Archivo del blog

Vieiras en faja de jamón
Ayer tuve una reunión con una persona a la que su vida había dado un giro de 180ª en el último año. Me vi reflejada. Hace un año, ni se me pasaba por la cabeza el cambio que ha dado mi vida. Un cambio drástico. Creo que lo único que se mantiene sois vosotros y Buck, que sigue pegado a mis faldas si no hay una perrita o cualquier cosa comestible (o no) cerca. En este pasado año, he cambiado, aunque no de profesión, sí de sistema. Me he liado la manta a la cabeza y como sabéis creé la empresa Bloom Marketing, que por ahora (quitando el palo que nos da cada final de trimestre Hacienda) no para de daros satisfacciones. Tengo en mente (y espero que en breve vayan cogiendo forma) varios proyectos que me hace sentir hormiguitas en la barriga (las mariposas por ahora están bien dormidas).
Me mudé. Ahora vivo en menos metros cuadrados, pero con todo más a mano. A prácticamente la misma distancia del mar (bueno, unos 50 pasos más) y un parque que quita el sentido con un
Samosas de feta y espinacas


Siempre he querido ir a la India.
Cuando era más jovencita quería ir en plan mochilera y recorrer de norte a sur el país, cogiendo trenes y autobuses y durmiendo en el suelo si hacía falta.

Ahora, aunque también quiero ir en plan mochilera, la verdad es que dormir, lo que se dice dormir en el suelo, pues no me llama a mi mucho la atención. Además, el poder acabar el viaje en un hotelito con ducha, cama limpia, baño y la seguridad que no te va subir un bicharraco por el brazo en cualquier momento (y quien dice brazo, dice que cara....), cada vez va ganando puntos.



En fin, que por una cosa y por la otra todavía estoy esperando el viaje y eso que hace unos tres años planificamos las fechas y me regalaron hasta la guía, (léase: vete currando la ruta a hacer). Pero nada, que a la hora de la verdad salieron problemillas y no se pudo hacer.

Así, que por ahora, lo único hindú que veo son estas samosas. Deliciosas,
Crema de coliflor con crujiente de patata al parmesano



Esta semana, como las que le han precedido han sido una locura.
Una locura de esas que gustan, de esas que tienes un gusanillo y un nido de mariposas en el estómago y no porque una esté enamorada...Que tiene su punto bueno, porque así me puedo centrar y ser algo más eficaz que una adolescente en pleno pavo. 

En fin, que ha sido de locos, pero estoy encantada. Eso sí, con tanto ajetreo, horarios imposibles, ir arriba y abajo con la moto y el tiempo tan cambiante que tenemos, pues claro... los efectos secundarios han sido ANGINAS.



Salgo por la mañana abrigadita, bien. Al mediodía hace un calor que apetece ir en tirantes. Por la tarde otra vez frío... Dan ganas de salir con la maleta a la calle e ir cambiando de modelito según se mueven las agujas del reloj.

En fin, que estas anginas, cual niña pequeña que he cogido, no me han permitido comer nada más que cositas calientes y suaves que no
Endivias con frutas y aliño de queso azul



Me doy cuenta que muchos de mis platos llevan queso.
Ya sea de cabra, fresco, ricotta, cheddar o como en este caso (y muchos otros), azul.

Hay que ver lo que me gusta un trozo de queso y lo que en ocasiones, mejora un plato o lo destroza en otras muchas también, claro.

No he visto nunca ningún plato de pescado con queso. ¿Existen? ¿Conocéis alguno? Decidme, anda.

Al igual que tampoco conozco ningún alimento azul... Es que no hay? Todos los pigmentos se los quedó el Blue Tropic? Las patatas violetas, no valen pillines, que ya os estoy viendo.
Igual sólo existen en el mundo pitufilandia y en el real, el de Gárgamel, que al fin y al cabo es el que todos conocemos, no existen... 
Igual hay determinados pantones que están prohibidos en el mundo alimentario. No sé...



En fin, que estas endivias con frutas y aliño de queso azul (mira azul! pero no vale), están de puro vicio.
Mira que las endivias son un pelín agrias, aunque como sabéis,
Involtini de higos con queso azul y jamón




Ya os he dicho alguna vez que el olor de las higueras desde que empiezan los higos a formarse, en pleno verano hasta que ya estén plena maduración, a eso de finales de verano, me fascina.

Si me hiciera una entrevista de esas en las que la actriz/modelo/cantante de moda, tiene que contestar brevemente a algunas preguntas, yo, a mi olor preferido, contestaría: El de la higuera.
Y al del árbol preferido: Una higuera (la verdad es que añadiría justo después, que cualquier árbol frutal....).
Pero es que el olor de la higuera y el de los higos, me llevan a cuando era niña e intentaba zarandearme en el columpio bricomanía que mi tío y mi padre hacían cada año de la rama de la higuera.



Hay gente que puede ponerse mil pinzas en la cara, otros que clavan clavos como Pablito, pero con la mano y otros son capaces hacer cálculos matemáticos más rápidos que una calculadora.
Pues yo, que las mates nunca fueron mi fuerte, mi don es,
Un postre fácil y rico: Melocotones con crema de queso


Mi amiga M. acaba de tener un niño precioso. 
Nada de un niño a lo Benjamin Button o una mezcla de alien cabezón con cuerpo de ratilla.
No, no. Es un niño bien guapo, proporcionadito, suave, bueno y guapo como él solo. 

M. me decía que debía tener todavía el horario cambiado porque de día no para de dormir, con su demanda de comida cada tres horas, pero por la noche, empieza su actividad. Nada de llorar como un descosido ni como no hubiera mañana. Él empieza a mirar las cosas, a interesarse por los deditos de sus manos, los de sus pies y por cualquier cosa que esté a su alcance (que ahora mismo no es mucho, la verdad). Y acompaña a esa expedición táctil unos gorgoritos que además de hacer la delicia de los papis, hace que no peguen ojo. 




Y así he estado yo durante estos días. Un sueño terrible a las 7 cuando suena el despertador, una modorra durante todo el día que no la quita ni un tanque
Ensaladilla rusa en panecillo


Cuando era pequeña, en verano aprovechábamos los domingos por la mañana para ir a la playa en familia. 
Durante la semana mis padres trabajaban, así que el sábado por la mañana era el momento de ir a la compra y nos quedaba el domingo para poder remojar los pinreles en el agua de la Barceloneta. 

Aquello era toda una odisea. El primer paso era llevar todo con nosotros: que si las niñas, la nevera con agua, fruta (mi madre siempre lleva fruta por si tiene sed), los bocadillos de las niñas para desayunar (porque nos íbamos al alba para encontrar aparcamiento), los juguetes, las colchonetas, .... La Presley no debe ir a la playa porque me hubiera gustado verla de esta guisa.... Creo que cualquiera perdería el glamour.



Lo de las colchonetas a las dos visitas nos dimos cuenta que no eran prácticas porque: 
1. Las pinchábamos con una facilidad asombrosa. No ganábamos para parches.
2. O poníamos la colchoneta o la toalla.
3. El paseo con la colchoneta hasta el agua con tu madre diciéndote
Pan con embutido diferente


Hace unos meses, me apunté a un taller que combinaba cocina y fotografía. 
Me llevé una fantástica sorpresa al verlo publicado y corriendo fui a inscribirme.

Las expectativas eran altas, ya que la parte de cocina, la hacía Gonzalo Martínez, un profesor con el que ya había tomado clases, así que como mínimo, la parte de cocina debía ser buena y la parte de fotografía, pues bueno, no podía ser mala, no? O sí? 

Hay algo mejor para un blogger gastronómico o de recetas de cocina que combinar las dos pasiones?
Allí me fui yo un sábado por la mañana, cámara en mano, expectativas creadas y la ilusión por los aires.

Bien, como me esperaba, la parte de cocina, no decepcionó. Hicimos varios platos, entre ellos este aperitivo de Pan con tomate y embutido diferente. Espectacular y muy creativo.
La parte de la fotografía fue otra cosa.
Queridos fotógrafos profesionales, como sabéis fotografiar alimentos requiere un técnica, formación y práctica diferente al resto de las disciplinas, al igual que la de retratos o paisajes. 

Me dieron ganas de decirle al Sr. Fotografo: "Manolete, Manolete,
Semifredo de fresas fácil y rico

Me encantan las fresas... con nata, con azúcar, con chocolate, con zumo de naranja, con cava o solas. 

Cuando compro fresas no puedo resistirme a comer unas cuantas mientras guardo el resto de la compra. Hasta a Buck le encantan.

Cuando están bien rojitas, dulces y prietas son la mejor chuche que hay en el mundo y de lo más sano.



Creo que tan sólo pueden competir con las cerezas, las frambuesas y las moras. Y teniendo en cuenta el precio de venta, son las reinas del mercado. 
Lo único malo es que debes tomarlas al poco de comprarlas, porque si no, empiezan a ponerse pochas.

Este año mis plantas de fresas han decidido volver a hacer huelga, ... Dos fresitas han salido y las ha disfrutado un pájaro listillo, o por lo menos, más listo y avispado que yo... Así que no me queda más remedio que comprarlas fuera, un año más.



Este Semifredo de fresas es una receta fantástica para poder aprovechar esas
Berenjenas rellenas con pesto


Lo bien que sienta un día festivo entre semana, ¿verdad? 
Yo estoy encantada. Además por fin ha dejado de llover en Barcelona después de seis día seguidos sin parar.
Seis días seguidos sacando a Buck a pasear y volviendo (él) llenito de barro, con más parecido a un pollo que a un perro y dejando rastros de patitas y de gotas allá por donde iba y (yo) con un ataque de nervios.
Ni toalla para secarle ni nada.... Los flecos peludos que le caen desde las patas y por la barriga hace que se empape totalmente si el suelo está mojado, aunque no llueva.


Durante los dos primeros días, una vez seco, yo limpiaba y fregaba el desastre, pero al tercer día y después de haberlo hecho los anteriores una media de 4 veces al día, me hice a la idea de convivir con un suelo poco reluciente.
Me acomodé en el sofá, cogí un libro, un café con leche y esperé a que se me pasaran las ganas de pasar el mocho como si no hubiera un
Ensalada de cogollos con fresas y boquerones escabechados al limón


Hace ya varias semanas que tenía que haber publicado esta entrada, pero por una cosa o por otra, me ha sido imposible. Al tratarse de un curso de cocina, no pude más que tomar algunas fotografías con el móvil para poder compartir a través de twitter, así que para que éste no fuera el post más triste y poco atractivo del mundo, preferí esperar hasta poder preparar y fotografiar una de las recetas que cocinamos. 

Bueno, empiezo por el principio que no, me lío. 
Éste fue el Taller de cocina, impartido por Mireia Anglada y que fue el premio por un concurso de recetas  saludables que organizó Margot con la colaboración de Nutrim, Cook&World y Hoy del día. 

Como en todos los talleres que imparte Mireia, nos tocó cocinar a nosotros, organizados por pequeños grupos en los que cada uno preparaba una de las recetas. 



Vieiras con aceite de pistacho



Sí, lo sé... ha estado lloviendo los últimos días y lo que apetece es tomar una buen cocido o una cremita caliente, pero es que estas vieiras estaban tan buenas, que no puedo hacer más que recordároslas.

La carne de la vieira carnosa y fresca hay que cocinarla lo justo para que no se pase. Por dentro debe quedar algo cruda y será este punto el que le de la jugosidad al plato.

El aceite de pistachos, con el punto salado y crujiente que le da, es el toque perfecto que hace de este plato, un plato redondo. 
Lo podéis preparar como primero o como aperitivo en las reuniones familiares o de amigos. Seguro que a todos les gusta.
Además se puede presentar de forma individual en su propia concha con el aceite por encima. Es una forma bien bonita de presentación.



La receta la podéis ver en la pág 53 del Magazine de Invierno, aunque no tiene ningún secreto y es bien sencilla.

Disfrutad del fin
Palmeritas saladas con brócoli, jamón y queso



Hasta ahora no era consciente de la cantidad de cosas que he ido acumulando en los últimos años.
En mi vida he tenido que realizar diversas mudanzas y como todo el mundo, he ido dejando cosas tras mis pasos. Dicen que si algo no lo utilizaste durante el último año, es que no lo necesitas y te puedes desprender. Pero yo, como buena virgo, muchas cosas las guardo porque creo que le voy a dar uso en algún momento.
En mi interior más profundo creo que tengo a Diógenes acechando….

Como digo, hay muchas cosas de las que me desprendido mudanza tras mudanza. Cosas que no necesitaba, estaban deterioradas o bien que creía que nunca más iba a utilizar. Bien!, pensaba yo. Ilusa de mi….
Doné unas botas fantásticas y nuevecitas que ahora se vuelven a llevar, unas sandalias preciosas que me iban de miedo con el vestido que me compré en verano y un montón de cosas más. En cambio me quedé con la camisa que ya no me va, los zapatos que crían polvo y un montón de prendas que lo único que hacían eran ocupar espacio
Crema de Guisantes y Feta


Ésta es una cremita válida para tomar como primero o bien como pequeño aperitivo en vasitos como se muestra en la fotos.
Ya sea para una reunión familiar, una celebración o un encuentro entre amigos, es un bocado fantástico.

Además, ya empieza la temporada de guisantes, esas bolitas verdes tiernas, dulces y deliciosas.
Así, que aprovechad!

La receta forma parte del Magazine de Invierno y la podéis ver en la pág. 47. 

Espero que os guste. Yo mientras, ya estoy cocinando el Magazine de Primavera...

Disfrutad del fin de
Peras rellenas {receta salada}


A mi abuelo le encantaban la peras. Únicamente se compraban cuando él venía a casa, al igual que los higos secos.
Todo un caballero, con reloj de bolsillo, su bastón y su sombrero al salir de casa y su boina en cuanto entraba por la puerta.

Realmente no lo conocí como ahora me hubiera gustado. Cosas de niños. Estaba más pendiente de mis preocupaciones, que por aquel entonces eran todo un mundo, que de acercarme a él. Supongo que estos pensamientos afloran cuando ya tienes una edad. Mientras eres adolescente, ni se te pasan por la cabeza.



Asturiano de nacimiento, vivió casi toda su vida en pequeño pueblo de Lugo, cercana a la frontera con Asturias. Una pequeña aldea en la ladera de una montaña donde mi hermana y yo hacíamos la croqueta hasta llegar al río en la parte baja. Cogíamos ranas y pececillos mientras los mayores intentaban pescar alguna trucha. Después se preparaban en la cocina de leña y todos nos calentábamos alrededor de ella. Nada de tele, ni
Chorizos macerados en vino tinto




Desde que los choricillos que hizo Gipsy Chef y que podéis ver en el reportaje que hizo Mª Ángeles (Cookmetender), tuve el gusanillo de hacerlos.
Hasta ahora, siempre los había hecho con sidra y sin macerar, por eso esta versión, macerados con vino tinto y tomillo, me llamó la atención.
En casa, los chorizos nos encantan, especialmente como aperitivo de los domingos, acompañados con un trocito de pan y una copa de vino tinto.

Y aquí están. Increíblemente buenos y ningún parecido con los chorizos que últimamente nos inundan los informativos y la prensa.
Me da que pensar que en los últimos años, no haya ni un solo partido político libre de ser imputado o susceptible de tráfico de influencias, corrupción, evasión, etc... ¿En manos de quién estamos?



Pues eso, estos choricillos, ricos, ricos para pasar las penas. Recomiendo, no tomarlos mientras se ven las noticias, no sea que nos atragantemos por uno de los tantos sustos que nos dan.
Mejor con una buena compañía y una conversación poco profunda, que así, se disfrutan más.
Piruletas de pizza
Ya llegó otra vez la oscuridad…
Lo del cambio de hora, no lo acabo de entender demasiado bien.
Siempre he escuchado que el cambio de hora en invierno es porque así, amanece antes, se puede aprovechar la luz del sol a primera hora y ahorramos en consumo energético.
He visto los telediarios y los periódicos y dicen que supone un ahorro del 5%.
Pues sinceramente, no lo entiendo…
Ahora es cierto que a las 7 am ya hay luz natural, pero es que a las 18h ya es de noche!! 
¿Y no encendemos las luces a esa hora? En mi casa, que somos muy nuestros y no tenemos costumbre de ir a tientas, cual gallinita ciega, la encendemos.
Y yo me pregunto… si es por el tema de las oficinas, empresas, etc. , no es mejor tener a 50 personas en un mismo espacio (oficina) con una luz compartida, que 50 personitas, cada una en su casa con su correspondiente bombilla encendida?
Pues no sé…. No me acaban de convencer.
Total, que cuando llego a casa ya es de noche, noche. No hay ni un rayito de sol ni de luz que no provenga de una farola y
Montadito de higos y anchoas de Santoña



Todo empezaba a finales de julio, cuando mi hermana y yo (más yo, no nos vamos a engañar), íbamos a la tienda de chuches y llenábamos un bolsa bien grande, paro lo que nos acontecería al día siguiente.
Chuches, patatas fritas y pipas. La despensa bien llenita para las 12h en coche que nos separaban "del pueblo".

No hace falta aclarar (o eso espero) que por aquel entonces, el "aire acondicionado" en el Renault 12  (porque hablar del Seat 127 ya es remontarme demasiado lejos..) era un abanico o revista de tapas duras junto con media cabeza asomando por la ventana que sólo se podía abrir hasta la mitad y chillidos de una madre anunciando tu inminente decapitación.



Cuando el radiocassette llegó  al coche, llegó al mismo tiempo la alegría de dos niñas por escuchar a Hombres G tooooodo el camino, la desesperación de dos padres y las broncas por escuchar otra cosas que no fueran canciones ñoñas con voz de gato (frase de mi padre).

Todo ello acabó con unos walkmans y una niña
Mejillones con crema a la cerveza



La cerveza, esa fantástica bebida refrescante, burbujeante y espumosita que hace las delicias de todos, en especial en verano, cuando el sol aprieta y necesitas hidratarte.
(Hay que reconocer que algunos se hidratan más de lo debido....).

Bien, pues esa bebida fantástica y dorada y que tiene efectos tan beneficiosos, no me gusta. Soy así de rara, sí.
No me emociona el sabor agrio que tiene y si tengo que tomarla la prefiero en sus versiones más suaves (tipo Coronita) o mezclada con limonada.
Cuando voy a casa de amigos o bien se celebra una barbacoa, yo paso de la cerveza  y me voy directamente al vino, que me gusta mucho más. A muchos les extraña, pero qué le vamos a hacer, no me gusta y mira que lo intento....



En la lista de mis excentricidades gastronómicas tengo que añadir algunos platos que no me gustan nada. Por ejemplo:

- Huevos fritos. 
Sí, el plato por el que los padres deben pelearse con sus hijos porque estarían todo el tiempo comiéndolos junto
Ensalada de Higos y Foie micuit con reducción de oporto




Hoy os traigo una receta fácil, fresca y aunque no extremadamente ligera, sí que apetecible
O sois de los que como lleva lechuga, es light? 

Pues sí, lleva lechuga, lleva verde, pero light, light no es, aunque si queréis que diga lo contrario para no tener cargo de conciencia, pues nada, lo digo. 

Esta es una de las recetas de primeros platos que podéis ver en el segundo número de Recetas de Mon Magazine. 

Poco a poco iré mostrando algunas de las recetas que se presentan en el Magazine. 
La receta de esta fantástica ensalada, la podéis encontrar en la pág. 8. 



La combinación del foie con el dulzor de los higos y el sabor agridulce de la reducción de oporto hacen de esta ensalada una de mis preferidas y desbanca a la tan conocida (y sobada) ensalada de queso de cabra.

La podéis presentar en fuente para compartir, en raciones individuales e incluso en vasitos o boles pequeños.   

Espero que os guste y que disfrutéis del fin de
Tartaletas de queso de cabra y mermelada de frambuesa


Llevo unas semanas de locos.
Trabajo, familia, actos sociales, obligaciones, nuevos proyectos.

Me acabo de dar cuenta que no hay tiempo para todo.
Espero que en unos días, todo se calme, vuelva a la normalidad y pueda volver a dormir mis horas sin estar pensando constantemente todo lo que tengo pendiente.

Menos mal que no tengo niños a los que llevar y recoger del cole, preparar su ropa, la merienda, la bolsa de las actividades extraescolares, etc. ¿Cómo lo hacéis?
Yo cada vez que tengo un acto social después del trabajo, tengo que hacer un plan logístico para ver si pasar por casa antes, sacar a Buck, coger el coche o no, .... uffff.
Después ponerte guapa, taconazos, maquillaje y salir con una sonrisa en los labios cuando lo que me apetece es quedarme con pantuflas, pijama y una coleta mal hecha, cenando en el sofá y viendo Cinco Hermanos.



Pero el deber y las obligaciones son lo que tiene. Lo bueno de todo este es que últimamente
Tostada de «paté» de guisantes y parmesano
Es fantástico ver los colores que cada una de las estaciones nos proporciona. En esta primavera, los colores verdes son los predominantes y con la receta de hoy, desde luego, queda patente. Verde, verde y verde. De pequeña no me gustaban demasiado los guisantes, pero hace unos días, probé unos pequeñitos y recién cogidos, que has podían tomarse crudos y disfrutar de su sabor dulzón e inconfundible. Enseguida pensé que tenía que hacerme con algunos de ellos para poder probar una receta que tenía pendiente desde hacía tiempo.
Estos guisantes del Maresme, pequeños, dulces y extremadamente suculentos fueron mi almuerzo la semana pasada. E. por motivos laborales ha tenido que pasar unos días por tierras asiáticas, así que después de ver el resultado de esta receta, tendré que repetirla para poder compartirla con él.
Se trata de un puré denso, para utilizar como un paté, sobre tostadas aunque también quedará muy bien como guarnición ya que le da el toque dulzón que encaja con tantos y tantos platos, además de
Pintxo de Nectarina con Anchoa y Cómo sobrevivir a las cercanías de Renfe


Hacía años que no cogía el tren.
Una de las facilidades de vivir en Barcelona ciudad es que con transporte público o en moto, llegas a todas partes.
Desde hace cerca de tres años (ya???), nos trasladamos a un pueblecito costero en la zona del Maresme, a unos 20 km de Barcelona.
Para hacer los traslados necesarios para subsistir (entendamos, hacia el trabajo y de vuelta a casa), hasta hace unos meses iba en coche, ya que tenía la facilidad de tener parking.
En febrero cambié de trabajo y con ello, de costumbres. Estamos en unas oficinas temporales hasta que el nuevo restaurante abra sus puertas y nos encontramos justo en el centro de Barcelona, con lo que si quieres una plaza de parking tienes que dejar un ojo de fianza e hipotecar el riñón para poder pagar las mensualidades (casi, casi, casi, no exagero absolutamente nada...)

Así que muy digna yo y con una lagrimilla (o dos) rodando por las mejillas, dije "adiós" a los zapatos de tacón y "hola" a las bailarinas y a la T10.

Lo bueno es que estoy leyendo mucho durante los
Bollos «preñados» de chistorra


Estas últimas semana están siendo ajetreadas, con horas infinitas frente al ordenador y sin tiempo casi para disfrutar de los pequeños placeres de la primavera (aunque tengo que el tiempo tampoco ha acompañado demasiado....).
Lo bueno de estas semanas, es que hace nada que estuvimos en Andorra en una Resort Rural, Can Bou, (aquí)  y en un par de días, nos vamos de viaje (y de puente) a París.

Hacía mucho tiempo que quería ir a la ciudad de la luz y del amor.... , pero no había tenido oportunidad hasta ahora. Estoy emocionada!
Ya os contaré qué tal la desconexión...



Por ahora, os dejo con estos "Bollitos preñados". Nombre muy curioso y llamativo, por otra parte.
La primera vez que los vi, fue en la Feria de Vic (aquí) y compré uno por curiosidad. Me encantaron y tomé nota para prepararlos en un futuro.
Hace ya algunas semanas que los preparé siguiendo la receta para el pan de hamburguesa de Webos Fritos.

Sano, sano... pues relativo.
Tartaletas de aguacate y salmón

Nunca he sido demasiado dada a demostrar sentimientos ni he sido de lágrima fácil, pero a medida que van pasando los años, las cosas van cambiando.

El martes, mis padres parten para Galicia. Cuando mi padre era joven, dejó su pueblo natal (un pueblo de la provincia de Lugo, que por lo que recuerdo es digno de cualquier película que necesite un escenario único con laderas verdes, ríos trucheros y pocas casas y personas por los alrededores).
Vino a Barcelona con el bolsillo vacío y la maleta llena de ilusiones y ganas de emprender una nueva vida. Barcelona, lo acogió y él trabajo con esmero hasta que conoció a mi madre en una visita al pueblo gallego de mi madre y empezaron una relación que pasó por boda y por dos retoños nacidos  ya en la ciudad condal, que somos mi hermana y yo.

Cada verano veraneábamos por aquellas tierras y siempre han estado con el corazón partidos entre sus dos tierras. La que les vió nacer y la que les
Top