Esta semana, como las que le han precedido han sido una locura.
Una locura de esas que gustan, de esas que tienes un gusanillo y un nido de mariposas en el estómago y no porque una esté enamorada…Que tiene su punto bueno, porque así me puedo centrar y ser algo más eficaz que una adolescente en pleno pavo.
En fin, que ha sido de locos, pero estoy encantada. Eso sí, con tanto ajetreo, horarios imposibles, ir arriba y abajo con la moto y el tiempo tan cambiante que tenemos, pues claro… los efectos secundarios han sido ANGINAS.
Salgo por la mañana abrigadita, bien. Al mediodía hace un calor que apetece ir en tirantes. Por la tarde otra vez frío… Dan ganas de salir con la maleta a la calle e ir cambiando de modelito según se mueven las agujas del reloj.
En fin, que estas anginas, cual niña pequeña que he cogido, no me han permitido comer nada más que cositas calientes y suaves que no me rascaran la maldita angina. Sí, sí, aclaro, que tengo inflamada únicamente la angina izquierda. La derecha, oye, sana como una
manzana. Fíjate.
Viendo la anarquía que tienen mis amígdalas, he estado cuidándolas a base de cremitas. Una de ellas, ha sido ésta de coliflor que está de vicio, aunque el olorcillo al hacerla, aunque no es para espantarse, pues oye, que no es lo más agradable. Lo bueno de mi estado es que el tema olfativo ha estado tocado y hundido durante unos días…
Pero, lo mejor de esta crema. Y digo lo MEJOR, son las patatas al parmesano que la acompañan. Un auténtico vicio, por favor. Vamos que al plato llegaron solo algunas y mira que hice… Igual me rascaron un poco la garganta, pero me sentaron de bien. Tenéis que probadlas, porque sirven para todo. Para un aperitivo, un acompañamiento o para lo que sea. Advertidos estáis.
La receta al completo, de la cremita y las patatas la podéis ver en el Magazine de Otoño.
Espero que os guste y que disfrutéis de la semana!
106 Responses to Crema de coliflor con crujiente de patata al parmesano