De nuevo llega el fin de año y un montón de nuevo propósitos se agolpan en mi cabeza.
También toca hacer balances de este 2011 que empezó con un cambio en mi trayectoria profesional y de la cual estoy muy orgullosa.
Ha sido un año lleno de alegrías y del cual no me puedo quejar aunque también haya habido algún contrapunto que me ha hecho tener los pies en la tierra y no dejarme llevar por la euforia en ciertos momentos.
El año empezó, como decía, con un cambio en mi trayectoria profesional, siguió con un montón de proyectos, con algunos cambios en la vida profesional de E., la boda de mi mejor amiga, un viaje fantástico en verano donde los niños disfrutaron como enanos y un millón de pequeños detalles que hacen que estés orgullosa de tu vida.
He hecho cursos de cocina, de fotografía, de paddel, he intentado hacer alguna manualidad (sin mucho éxito) y tengo un millón de cosas pendientes todavía.
No he bajado los quilos que quería, tengo pendiente hacer macarons, turrón
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En estos días de frío es imposible levantarse antes de que el sol ya esté bien levantado y ya lleve algunos minutos (mejor horas) acariciando el horizonte y elevando las temperaturas del ambiente.
Es en estos días, cuando me hago la remolona en la cama e intento alargar al máximo mi estancia entre las sábanas calentitas, haciendo que el despertador suene cinco minutos más tarde.
Es en estos días, cuando me levanto, medio zombi y con cara de pocos amigos por tener la obligación de dejar mi estado somnoliento y tener que meterme debajo de la ducha.
Después de estos minutos donde el agua caliente hace reaccionar mi cuerpo, empieza mi rutina diaria: sacar a Buck, tomarme un café y salir disparada para pasar prácticamente el resto del día en la oficina.
Pero la semana pasada, este despertar fue algo distinto.
Tengo la suerte de vivir delante del mar, así que muchos paseos matutinos con Buck los damos por la playa, donde él puede correr a sus anchas (como si un conejo se tratara) y
Ayer sábado tuvo lugar en
Cookiteca de Sant Cugat el
3º Picnic bloguero, que como siempre, organiza la fantástica y conocidísima (además de ser un encanto),
Margot.
Tuve la oportunidad de poder asistir al primero (
aquí) y la mala suerte de por agenda, no poder ir al segundo. Por ese motivo en cuanto
Margot me comentó el siguiente encuentro, no lo pensé dos veces y me apunté de inmediato.
Cookiteca es un espacio dedicado a la cocina y a la
gastronomía en general donde existe una parte de tienda donde encontrar todos los cachivaches que tanto nos gustan y un espacio de cocina donde se hacen talleres, cursos, etc.
El primer picnic hace justo un año que se hizo, en la
Cookiteca de Mayor de Sarrià y resulta que en un año ha tenido tan buena aceptación que han crecido en este tiempo y ya cuentan con cuatro centros donde acercan la cocina a grandes, mayores y adolescentes.
En cookiteca, ofreces desde talleres
Después de una semana disfrutando de la
Feria de Vic, he tenido una segunda semana de
vacaciones, pero ya en casa.
Levantarse sin prisas, sin la presión del día a día, sin pensar en las reuniones y cosas pendientes que esperan en la oficina,
no tiene precio. Esta semana he visto uno de los
amaneceres más impresionantes que he visto en mi vida.
Eran las 7,30h de la mañana (lo de levantarse tarde, únicamente han sido dos días) e iniciaba mi paseo matutino con Buck por la playa de
Premià de Mar. Estaba amaneciendo y aunque al salir no vi mucha luz, pensé que así veríamos amanecer en el mar.
Lo que encontré fue este
fantástico cielo rosado con las nubes formando formas y dándole al cielo un aire bucólico que nada tiene que envidiar a los amaneceres de los mejores destinos turísticos!
Lástima que no llevaba la cámara de fotos y únicamente pude tomar una instantánea con la Black Berry (que aprovecho para pedir a los Sres BBerry que mejoren esta aplicación porque es bastante, bastante mala).
He estado desconectada del mundo durante estos días. Es cierto.
Me he adentrado en un mundo de juglares, de ventas artesanas, de espectáculos ecuestres y un sinfín más de cosas.
Las películas medievales son de mis preferidas. Me hubiera encantado vivir en aquella época rodeadas de Reyes Arturos, caballeros con caballos blancos (o negros que me gustan bastante más) y castillos.
Eso sí, puestos a soñar yo sería una bella dama de alta sociedad (que una soñando no es tonta y no está para pasar penurias) y me pasaría el día cabalgando, tejiendo, leyendo y yendo a fiestas donde conocería a mi príncipe azul.
Y entonces me despierto y veo coches en vez de carrozas, a Buck en vez de caballos y pantalones caídos en vez de vestidos de época. Y para colmo, no hay castillo, si no una casita fantástica (no hay queja) pero con una hipoteca que ya podría haber empezado a pagar en la época medieval
Hoy, aprovechando que estamos a las puertas de las Navidades y que muchos ya estamos pensando los menús para esos días señalados, os hago un recopilatorio de los mejores entrantes que podéis preparar en estas fechas.
No olvideis visitar también las entradas del año pasado:
Entrantes Festivos IEntrantes Festivos IIToda esta semana estaré en Vic, pasando el puente (super puente) y aprovechando para visitar la Feria Medieval que organizan cada año.
Lo compartiré con vosotros a la vuelta.
Siempre me han gustado las tartaletas. Tienen un toque romántico que no me puedo resistir.
El formato pequeño, redondito, que tomas de uno o dos bocados y notas como la galleta se deshace en la boca. Me encantan.
Además, son de lo más versátiles! A ver dime, ¿qué tienes en la nevera? Un pimiento y una lata de atún? Un calabacín y un poco de queso? Todo vale con una buena masa, unos moldes un poco monos que te den buenos resultados y algunos ingredientes más para el relleno.
Con nada, tienes un entrante para compartir de lo más lucido y delicioso (que lo cortés no quita lo valiente).
Hacía semanas que iba dándole vueltas a qué presentar para el
concurso de Mi Blog de Pintxos y por fin este domingo pude hacer la preparación, las fotos y todo el montaje para presentar esta receta al concurso que
Astrid nos propone.
Hace unos días os comenté que
Este fin de semana ha sido de todo menos tranquilo.
He ido a mil por hora de un sitio a otro y con la presión que te da la conciencia con las lista de cosas pendientes por hacer.
Por fin es domingo por la noche y tengo mi momento "blog", solitario en el despacho donde puedo elegir con tranquilidad las fotografías que voy a colgar y poder escribiros con calma.
Hoy os traigo la receta de Tapenade (verde y negra) una variedad de la "olivada".
No sé, sinceramente, cuál es la adaptación de cuál, lo que sí se es que el tapenade tiene algunos ingredientes más que la clásica olivada catalana, pero está igual de rica.
En ocasiones, nuestras comida de los domingos se basa en un aperitivo largo. Hacemos varias cositas para picar y con eso ya comemos.
Es una comida informal que además se puede extrapolar a los almuerzos o cenas con amigos y es ideal para los encuentros "yo pongo", donde cada uno lleva un plato para compartir.
De