Vieiras en faja de jamón

Ayer tuve una reunión con una persona a la que su vida había dado un giro de 180ª en el último año. Me vi reflejada.
Hace un año, ni se me pasaba por la cabeza el cambio que ha dado mi vida. Un cambio drástico.

Creo que lo único que se mantiene sois vosotros y Buck, que sigue pegado a mis faldas si no hay una perrita o cualquier cosa comestible (o no) cerca.

En este pasado año, he cambiado, aunque no de profesión, sí de sistema. Me he liado la manta a la cabeza y como sabéis creé la empresa Bloom Marketing, que por ahora (quitando el palo que nos da cada final de trimestre Hacienda) no para de daros satisfacciones.

Tengo en mente (y espero que en breve vayan cogiendo forma) varios proyectos que me hace sentir hormiguitas en la barriga (las mariposas por ahora están bien dormidas).

Me mudé. Ahora vivo en menos metros cuadrados, pero con todo más a mano. A prácticamente la misma distancia del mar (bueno, unos 50 pasos más) y un parque que quita el sentido con un sinfín de montañitas, patos, ocas, gaviotas (éstas solamente son invitadas fijas de las ocas) y un montón de laguitos que hacen las delicias de Buck que chapotea en cuanto me despisto.

He hecho nuevos amigos. Cada mañana, a falta de una pareja a la que dar los buenos días (Buck cuenta?), se las doy a unos nuevos amigos que siempre me dicen que estoy guapa aunque vaya con el pelo enmarañado, ojeras y el mismo uniforme perruno diariamente. (Os aseguro que eso se agradece enormemente). Pasamos casi una hora juntos y nos contamos cosas banales, sin importancia, pero nos reímos un montón. Y creo que no hay forma mejor de empezar el día.

Y me he dado cuenta de quienes son las personas importantes en mi vida. 
Me he dado cuenta, que hay personas, que aunque que quieren estar, no lo están. Y que hay amigas de postureo y otras que estaban ahí escondidas. Aletargadas como una tortuga, pero han cogido carrerilla.

Y me he dado que no vale la pena estar enfadado con nadie, que se gasta mucha energía. Y sabéis qué? Desde ese momento, me he sentido más tranquila.

Y ahora, con algo de distancia y un poco más estable, doy las gracias por todo lo que me ha pasado (bueno, por casi todo, está claro que necesito más tiempo).

Así, que 2014 veo que ya te has puesto las pilas y empiezas a gustarme un poquito. Te aviso, que esta mañana he hecho un Euromillón, así que ya sabes lo que tienes que hacer si quieres que me enamore perdidamente de tí y no te olvide jamás. Ahí lo dejo.

Y después del rollo patatero, el plato.
Una vieiras en faja de jamón ibérico. La grasa del jamón deshecha con las vieiras y el punto saladito, es increíble. Como realmente las vieiras son un poco insulsas, esta combinación queda redonda. Además si acompañáis el plato con un vino blanco como el Chadonnay de Maset del Lleó, Flor de Mar, queda un aperitivo de lujo.

Espero que os guste igual que a mi.
Podéis ver la receta en el Magazine de Invierno, en la pág. 9.

Disfrutad del fin de semana!

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