Me encantan las fresas… con nata, con azúcar, con chocolate, con zumo de naranja, con cava o solas. 

Cuando compro fresas no puedo resistirme a comer unas cuantas mientras guardo el resto de la compra. Hasta a Buck le encantan.

Cuando están bien rojitas, dulces y prietas son la mejor chuche que hay en el mundo y de lo más sano.

Creo que tan sólo pueden competir con las cerezas, las frambuesas y las moras. Y teniendo en cuenta el precio de venta, son las reinas del mercado. 
Lo único malo es que debes tomarlas al poco de comprarlas, porque si no, empiezan a ponerse pochas.

Este año mis plantas de fresas han decidido volver a hacer huelga, … Dos fresitas han salido y las ha disfrutado un pájaro listillo, o por lo menos, más listo y avispado que yo… Así que no me queda más remedio que comprarlas fuera, un año más.

Este Semifredo de fresas es una receta fantástica para poder aprovechar esas fresas que empiezan a perder turgencia y que ya no son tan atractivas para tomar con nata, etc.
Lo puedes preparar con antelación y sacarlo en el momento de servir, es un postre que aunque calórico, no es una bomba y además es de lo más vistoso.

Podéis ver la receta en el Magazine de Primavera en la pág. 37

Disfrutad del fin de semana!