Siempre he querido ir a la India.
Cuando era más jovencita quería ir en plan mochilera y recorrer de norte a sur el país, cogiendo trenes y autobuses y durmiendo en el suelo si hacía falta.

Ahora, aunque también quiero ir en plan mochilera, la verdad es que dormir, lo que se dice dormir en el suelo, pues no me llama a mi mucho la atención. Además, el poder acabar el viaje en un hotelito con ducha, cama limpia, baño y la seguridad que no te va subir un bicharraco por el brazo en cualquier momento (y quien dice brazo, dice que cara….), cada vez va ganando puntos.

En fin, que por una cosa y por la otra todavía estoy esperando el viaje y eso que hace unos tres años planificamos las fechas y me regalaron hasta la guía, (léase: vete currando la ruta a hacer). Pero nada, que a la hora de la verdad salieron problemillas y no se pudo hacer.

Así, que por ahora, lo único hindú que veo son estas samosas. Deliciosas, eso sí. Aunque auténticas, supongo que no, no nos engañemos.

Originariamente las samosas son triángulos hechos con harina de maida (que es harina de trigo pero muy molida, refinada y blanqueada) muy crujientes y rellenos de diferentes ingredientes. Se suele acompañar con una especie de yogur, salsa masala o chutney de diferentes sabores.

Yo las he hecho con pasta filo y rellenado con queso feta y espinacas. Han quedado deliciosas y son un fantástico aperitivo.

Espero que os guste y que disfrutéis de la semana!

Ingredientes para 5 samosas:
– 4 hojas de pasta filo
– 150 gr de queso feta desmenuzado
– 200 gr de espinacas frescas
 – 1 huevo
– Aceite de oliva
– Semillas de amapola
(Opcional piñones. Yo no los puse, pero al probarlas, vi que les hubiera ido genial).

Elaboración:
Poner una olla con agua y sal al fuego. Cuando rompa a hervir, echar las espinacas dejar durante 2 minutos. Sacar y escurrir bien.
Cortarlas ya escurridas y mezclar con el queso feta desmenuzado. Reservar. (Si vamos a añadir piñones, saltearlos un par de minutos en una sartén sin aceite y añadir a la mezcla).

*Nota: para trabajar la pasta filo es muy importante que no se seque, cosa que hace rápidamente. Así que hay que trabajar rápido y dejando tapadas con un paño húmedo (no mojado), las láminas que no estemos trabajando. 

Precalentar el horno, 180º.

Desplegar las hojas de pasta filo.
Poner las cuatro hojas una encima de la otra y cortar 5 tiras más o menos iguales.
Pintar con aceite cada una de las capas (por una cara solamente) menos la de arriba del todo.
Poner el relleno en un extremo y enrollar sobre sí mismo haciendo la forma triangular (empiezas cogiendo la esquinita inferior izquierda y lo subes de forma que quede un triángulo doblado, y así vas doblando hasta acabar la pasta).
Pintar con huevo y poner unas semillas de amapola. Introducir en el horno durante 15min. Servir.