Empieza el fin de semana.

Después de una dura semana laboral, el viernes llega con un rayo de luz iluminando las ventanas y abriendo el horizonte hacía dos días de relax y lleno de oportunidades para disfrutar.

Espero que el tiempo no cambie y las buenas temperaturas de los últimos días se mantengan.
Así,  vamos cogiendo algo más de color y poco a poco vamos descubriendo más el cuerpo dejando ver los hombros, las piernas y los aprisionados pies que llevan todo el invierno ocultos bajo algodón.

Época de manicuras, pedicuras, depilaciones y puestas a punto. Que si el rostro, el cuerpo, el cabello, …. ufff. Todos los medios, se empeñan en la puesta a punto en esta época del año. Desde luego, es la época fuerte para todo este tipo de alimentos, tratamientos, etc. Ya se nota.

Como sabéis, estoy a dieta. Toda una sorpresa que aún lo esté después de estos días. Tengo que reconocer que no suelo ser muy regular en estos temas. Normalmente empiezo un lunes y acabo el viernes. Será porque empecé en viernes? Quizá.
Y tengo que decir que mis obligaciones laborales no me lo ponen fácil. Comidas de trabajo, eventos y demás actos sociales, lo ponen bastante difícil. Pero voy trampeando….

Os dejo con un básico de la cocina baja en calorías: pechuga de pollo al tomillo y gírgolas.
Hay platos, que estando o no a dieta, son realmente apetecibles.

Espero que tengáis un feliz fin de semana.

Ingredientes:
– 1 pechuga de pollo
– Tomillo
– Gírgoles
– Aceite
– 2 dientes de ajo
– Sal

Elaboración
Cortar la pechuga a medallones. Dejar macerar con el tomillo, el diente de ajo y un chorrito de aceite un par de horas.
Dorar las gírgolas en una sartén muy caliente con el diente de ajo cortado pequeño.
Hacer los medallones de pollo en la sartén de forma que queden hechos pero jugosos. (Depende del grosor pero aprox 2min por lado)
Servir.