Mirepoix

El fin de semana pasada estuve de escapada por lo pueblitos del sur de Francia. Una escapada que hacía mucho tiempo que quería hacer y que sin planearlo demasiado, me aventuré a realizar con unos amigos.

Lo pasamos genial, disfrutamos mucho y volvimos con unos cuantos kg. más. Pero ir de ruta es lo que tiene, no?

Cuando voy  de viaje me baso en unos principios. A ver qué os parecen: 
1. No hay ni dieta ni dieto que sirva.
2. Hay que disfrutar de las vistas, la cultura y la gastronomía por partes iguales.
3. De vacaciones, nada engorda. (Esto no es que sea un principio, sinceramente es una convicción que tengo desde hace años).

Fotos de comida no vais a ver muchas en el reportaje, porque no nos daba tiempo ha hacerlas decentemente. Eso sí, os puede asegurar que croissants, pato y postres hemos tomado en cada almuerzo y cada cena. Así de felices hemos vuelto…

Os dejo con algunas fotografías del viaje. No entro en detalle sobre cada uno de ellos, porque resultaría aburrido y no es plan que os dé la chapa con el tema. Pero si alguien esté interesado, que me diga y encantada le paso más información.

Avignon

La primer parada fue Avignon. Un pueblito que respira cultura por los cuatro costados. Una de mis amigas decía que parecía un decorado de peli. Muy bohemio y con mucho encanto. Totalmente recomendable.

Nimes

Después del idílico Avignon, nuestra parada fue Nimes. La verdad es que no nos entusiasmó. A mi lo que más me gustó fue la luz que nos regaló y el cielo con unas nubes para soñar. 
El resto, pues normalito, la verdad.

Después de Nimes, al soñado Montpellier. Lástima que era domingo y muchos comercios estaban cerrados, pero pudimos disfrutar de un día maravilloso y un mercado de antigüedades que nos enamoró.
Una ciudad, con un encanto especial. 

Y de Montpellier al sueño de princesas en Carcassonne. Si alguna vez habéis soñado con ser una dama con un príncipe esperando a la entrada del castillo, tenéis que visitar este pueblo.
Mi amiga decía que era como salir con un modelo: demasiado perfecto. 
Pero pasear por sus calles es una auténtica gozada. Muy turístico, eso sí, pero increíblemente bonito. 

Carcassonne

Y ya de vuelta a Barcelona, paramos en Mirepoix, un pueblito muy pequeño pero con una plaza donde hacen mercado de agricultores muy recomendable. Su plaza principal es divina con las casitas de colores. 

Así que ya sabéis, si alguna vez os escapáis por esta zona, disfrutaréis de lo lindo. Y no solamente de la gastronomía…

Disfrutad de la semana!