Ideas que se van agolpando una detrás de la otra, como cuando se acababa la hora del patio y la profesora daba palmadas para avisarnos. 

Cuando pasaba ésto, mi clase al completo (nada de 25 niños como ahora… por aquel entonces éramos 40 por clase) iba corriendo (éramos así de obedientes) y hacíamos una fila india (no entiendo porqué se llama así, porque yo veo más a los indios haciendo corrillo con una hoguera en medio y no filas, pero bueno). 

Total, que hacíamos la fila india y siempre había el listillo que frenaba de golpe y el resto nos empotrábamos unos con otros. 

Pues así están mis ideas. Agolpándose unas con otras y dándose codazos para ocupar los primeros puestos para hacer más feliz a la señorita (o sea, yo) y ser la primera en ver la luz. 

¿Y quién es la culpable de todo esto? Pues Jackie Rueda y su mini clase Librologie. 

En estos momentos tengo ganas de quedarme embarazada, de tener un niño, de hacer un viaje y de volver a Navidades. Así, todo juntito. Y no porque tenga el  instinto maternal a flor de piel  (que es otro tema), si no porque quiero hacerle fotos y hacerle el álbum más molón del mundo mundial. 

Pero bueno, como el curso todavía no ha acabado y lo del embarazo, pues es más que poco probable, me voy a dedicar a seguir haciendo fotos a la comida, que da menos trabajo y siempre es agradecida (a excepción de los desastres que he hecho y que no voy a contar aquí) y a Buck, que aunque es un amor, es de lo menos fotogénico que me he encontrado…

Bueno, por ahora os presento esta Ensalada de espárragos, mozzarella, jamón y tomate que es la mar de versátil. 

La puedes servir como ensalada con una tostada de pan como base (o sin ella) o hacer montaditos como aperitivo que siempre es una buena alternativa, y más sana, que las patatas fritas.

No me digáis que así no da gusto comer sano…

La receta la podéis ver en el Magazine de Primavera en la pág. 11. 

Espero que os guste y que el tiempo acompañe estos días.