Hace unos meses, en febrero, me fui con unos amigos de escapada a algunos pueblitos del sur de Francia (podéis ver un resumen aquí).

En ese viaje, nos dedicamos a volar sobre una nube, vivir en un cuento de hadas sin príncipe y comer como locos. Nos pusimos las botas con quesos, croissants, pato y cassoulete. Desde el día que volví he estado a dieta.

Uno de los muchos postres que nos hicieron mimos a falta de príncipes, fue un crumble de manzana que estaba para derretirse con el helado que lo acompañaba. Después de cuatro años de blog y muchos crumbles vistos, nunca lo había probado, pero eso es como el chocolate, cuando lo has probado una vez, te vuelves adicta. Así que para el magazine de verano, no podía faltar un crumble con la reina del verano, las cerezas.

Me encantan las cerezas. La verdad es que las frutas de verano me encantan todas: higos, melón, sandía, fresas, frambuesas, … Pero las cerezas, tienen un nosequé que me parece especiales, así que en cuanto vi las primeras en el mercado, hice estos crumbles, que además son super fáciles de preparar. Si además lo acompañáis con una bola de helado de nata (o vainilla) el contr Un lujo, palabrita. 

aste de temperaturas y sabores ya es la bomba.

La pena es que como soy una manazas, uno de ellos lo metí en la nevera, ya que no iba a tomarlo al momento y como la tenía llena, fue a parar al estante superior, en el estante menos seguro del mundo, con el que ya me he llevado más de un susto y he dejado la cocina como si fuera de Sue Ellen. En fin, que se quedó encima de las botellas y al suelo la siguiente vez que abrí la puerta.
El crumble y la cazuelita pasaron a mejor vida. Y mi amiga que esperaba el postre como si yo fuera Escribà, acabó con un yogur. (Pobre).

¿Alguna vez os ha pasado algo parecido? Por mi bien, espero que sí….

Si queréis ver la receta, la podéis encontrar en el Magazine de Verano en la pág. 53. 

Espero que os guste. Disfrutad del finde!