Hace unos días encontré unas guindillas fantásticas, turgentes y fresquitas. Enseguida me vino a la cabeza un Chutney que había visto en uno de los libros de Jamie Oliver, así que no lo dudé.
En casa gusta bastante el picante, así que si seguía la receta al dedillo, debía quedar fantástica y sería todo un éxito. Y así lo fue.
Este chutney es ideal para combinar con carnes rojas o con un buen solomillo ibérico de cerdo. Equilibra y potencia muchísimo el sabor.
Con pescados no lo probé pero creo que como mucho encajaría con un buen corte de atún pero no con pescados blancos ya que mataría la sutilidad de su sabor.
Y hablado sobre
Jamie Oliver, el otro día viendo un programa de zapping salió un trozo de su programa
Food Revolution donde iba a un colegio estadounidense para
enseñar a los niños a comer de forma saludable.
La sesión empezaba enseñándoles los ingredientes de una dieta sana y los niños, que sabían perfectamente lo que era el ketchup y la pizza no tenían ni la más remota idea de lo que era una patata o un tomate.
A ver, que no estaba enseñando una chirimoya o una papaya, era una patata y una rama de tomates. Pues los niños miraban aquello como si alguien hubiera traído cosas desde Marte. Increíble.
Después de este shock, convencía a la dirección del colegio para preparar un almuerzo sano, con frutas, verduras y pasta. Pues todo aquello acababa en la basura. Había bandejas que ni siquiera las habían tocado. Pero claro, teniendo en cuenta que algunos de esos niños llevaban como almuerzo chuches (sí, sí, chuches para almorzar), pues no es de extrañar.
Me alegro de haber nacido en Europa y en especial en la
costa Mediterránea, donde desde pequeños no solamente n
os habituamos a los ingredientes frescos si no que vemos de dónde sale la leche, los jamones y los muslitos de pollo del KFC.
Os dejo con este Chutney de Guindillas fantástico, espero que os guste y que disfrutéis de la semana!!
– 8 guindillas frescas
– 6 pimientos rojos (en la receta original pone 8 pero como eran grandotes puse 6)
– 2 cebollas moradas
– 1 ramita de romero fresco (sólo las hojas picadas)
– 2 hojas de laurel
– 1/2 rama de canela
– 100 gr azúcar moreno
– 150 ml de vinagre balsámico
– Aceite de oliva
– Sal
– Pimienta negra
Elaboración:
Asar los pimientos y las guindillas en la barbacoa o en el grill del horno. Ten en cuenta que los pimientos tardan más que las guindillas, así que sácalas antes.
Deja que templen poniéndolas en un bol tapado con film para que acaben de hacerse con su propio vapor y sus jugos. Cuando los puedas manipular, quita las pieles y las semillas. Pícalos muy pequeñitos y reserva.
Pica las cebolla pequeñita y dórala junto con las hierbas aromáticas en una sartén con un chorrito de aceite a fuego muy bajo, durante unos 20 min. Incorpora entonces las guindillas, el azúcar y el vinagre y cocina la mezcla durante unos minutos, hasta que el líquido se haya reducido y tenga la textura de una mermelada.
Retira las hojas de laurel y la canela y ponlo en unos botes que se puedan c
errar herméticamente.
Pingback: Chutney, ideas para Navidad - Amigastronomicas