Archivo del blog

Jamones Cinco Jotas (5J)



Cuantas veces he dicho que me encanta el jamón? Unas 1000...
Podría alimentarme a base de jamón, queso y olivas. Con algo de pan. Y lo del pan lo digo ahora que paso de los 30, porque antes, el pan era esa cosa extraña que estaba encima de la mesa y que nunca tocaba.

Pues bien, el otro día, Cinco Jotas, tuvo la fantástica idea de realizar un Taller y Degustación de sus jamones.
Se me iluminó la cara y una sonrisa de oreja a oreja quedó perpetua durante toda la tarde. Cuando lo comenté en casa me dijeron: "Menudo sacrificio, eh!".
Pero la voz interior, que es mezcla entre conciencia y la propia voz de mi madre, me dijo: "Mónica, contrólate y compórtate como una persona adulta y no te amorres al jamón como si no hubiera un mañana y deja para todos".



Y es que en mi casa, mi hermanita y yo, le quitábamos "lo blanco" al jamón y la queja de mi madre siempre era: "Lo blanco también se come, que lo
Rollitos de gallo con mojo verde


Después del atracón de chocolate de principios de semana, traigo una recetilla para compensar, porque aunque haya acabado el verano, las navidades están por venir y aunque la ropa en invierno oculta muchas imperfecciones, la cara de bollo relleno no se oculta tan fácilmente a no ser que te confundan con un atracador de bancos.

Así que aquí tenéis este plato fantástico que además de hacerlos con gallos, los podéis hacer con lenguados (si el bolsillo lo permite, porque mira que están caros...).
En esta ocasión los rellené con trigueros y gambones, pero se pueden rellenar con láminas de jamón, foie, champis, etc...
El mojo verde es ideal para los pescados, le da un toquecito diferente y quedan fantásticos. Además puedes hacer bastante y se conserva durante algunos días perfectamente en la nevera.

El plato forma parte del Magazine de Otoño y podéis consultar la receta en la pág. 29.

Espero que os guste y que disfrutéis del fin de
Bundt cake biscuit de chocolate y Nutella (fácil y sin horno)
Cuando caes, tienes que levantarte. Eso me decían de pequeña, me siguen diciendo y yo repito en plan loro. Hay veces que la caída es dolorosa y eres incapaz de levantarte del suelo, las hay en las que votas literalmente y te levantas de un salto y las hay en las que el dolor es más profundo en tu orgullo interior...
La primera vez que monté a caballo fue el de mi abuelo. Era un caballo rubio y yo, una mocosa que no levantaba un palmo del suelo, no me iba a la cama sin haber dado una vuelta en sus lomos. Deseaba ir al pueblo para montar a caballo. Después ese caballo desapareció y llegó un burro con el que mi abuelo iba a segar hierba y que a la vuelta él iba cargado con los sacos y el burro más ligero que cuando salió. No se porqué se le llama burro, porque este era más listo que el hambre!! Lógicamente, si no llevaba sacos, tampoco se dejaba montar por una pequeñaja. Después llegó la mula de Honorato, el cartero con el que iba a repartir
Magret de pato con puré de castañas trufado




Las consecuencias del post de hace unas semanas no han tardado en llegar.
En esa entrada, comentaba que entre otras cosas, no me gusta la cerveza, a excepción de los usos para cocinar, que por cierto, como muchos sabéis, dan un toque característico y riquísimo.

Las consecuencias/comentarios:
1. "Vaya con la niña conde que bebe vino y no cerveza"
2. "Pero si a veces has tomado cerveza... Lo hacías por quedar bien?"
3. "Pero si cada año dices que te gustaría ir al Oktoberfest!!!"
4. "Primera noticia. Nunca me lo habías dicho" (Este comentario me lo ha hecho una amiga que durante años ha desarrollado su actividad profesional en uno de los mayores distribuidores de cerveza de este país. Ups!)

Llegado este punto, tengo que aclarar (y recordar) que:
1. La cerveza me gusta si es suave y mezclada con limón.
2. En ocasiones he tomado una cerveza. Precisamente cuando la temperatura ambiente supera los 30º y ha sido la única bebida fría que tenía a mano (a eso yo lo llamo supervivencia, no traición).
3.
Montadito de higos y anchoas de Santoña



Todo empezaba a finales de julio, cuando mi hermana y yo (más yo, no nos vamos a engañar), íbamos a la tienda de chuches y llenábamos un bolsa bien grande, paro lo que nos acontecería al día siguiente.
Chuches, patatas fritas y pipas. La despensa bien llenita para las 12h en coche que nos separaban "del pueblo".

No hace falta aclarar (o eso espero) que por aquel entonces, el "aire acondicionado" en el Renault 12  (porque hablar del Seat 127 ya es remontarme demasiado lejos..) era un abanico o revista de tapas duras junto con media cabeza asomando por la ventana que sólo se podía abrir hasta la mitad y chillidos de una madre anunciando tu inminente decapitación.



Cuando el radiocassette llegó  al coche, llegó al mismo tiempo la alegría de dos niñas por escuchar a Hombres G tooooodo el camino, la desesperación de dos padres y las broncas por escuchar otra cosas que no fueran canciones ñoñas con voz de gato (frase de mi padre).

Todo ello acabó con unos walkmans y una niña
Mejillones con crema a la cerveza



La cerveza, esa fantástica bebida refrescante, burbujeante y espumosita que hace las delicias de todos, en especial en verano, cuando el sol aprieta y necesitas hidratarte.
(Hay que reconocer que algunos se hidratan más de lo debido....).

Bien, pues esa bebida fantástica y dorada y que tiene efectos tan beneficiosos, no me gusta. Soy así de rara, sí.
No me emociona el sabor agrio que tiene y si tengo que tomarla la prefiero en sus versiones más suaves (tipo Coronita) o mezclada con limonada.
Cuando voy a casa de amigos o bien se celebra una barbacoa, yo paso de la cerveza  y me voy directamente al vino, que me gusta mucho más. A muchos les extraña, pero qué le vamos a hacer, no me gusta y mira que lo intento....



En la lista de mis excentricidades gastronómicas tengo que añadir algunos platos que no me gustan nada. Por ejemplo:

- Huevos fritos. 
Sí, el plato por el que los padres deben pelearse con sus hijos porque estarían todo el tiempo comiéndolos junto
Focaccia de higos con queso azul y miel

Cuando preparé esta focaccia de higos con queso azul y miel, en casa nos relamimos los bigotes cual gato después de zamparse un kg de sardinas. 

La focaccia con su gusto dulzón gracias a los trocitos de higo, combinada con el sabor fuerte y salado del queso azul y el toque sutil de la miel, hace que este bocado sea irresistible. 

Si queréis redondeardo, además podéis gratinar el queso unos minutos en el horno, justo para que se funda. Increíble!

La receta forma parte del Magazine de Otoño y la podéis ver en la sección "Cenas Informales" en la página 39 (aquí). 

Espero que os guste y que disfrutéis del fin de semana!


Ensalada de Higos y Foie micuit con reducción de oporto




Hoy os traigo una receta fácil, fresca y aunque no extremadamente ligera, sí que apetecible
O sois de los que como lleva lechuga, es light? 

Pues sí, lleva lechuga, lleva verde, pero light, light no es, aunque si queréis que diga lo contrario para no tener cargo de conciencia, pues nada, lo digo. 

Esta es una de las recetas de primeros platos que podéis ver en el segundo número de Recetas de Mon Magazine. 

Poco a poco iré mostrando algunas de las recetas que se presentan en el Magazine. 
La receta de esta fantástica ensalada, la podéis encontrar en la pág. 8. 



La combinación del foie con el dulzor de los higos y el sabor agridulce de la reducción de oporto hacen de esta ensalada una de mis preferidas y desbanca a la tan conocida (y sobada) ensalada de queso de cabra.

La podéis presentar en fuente para compartir, en raciones individuales e incluso en vasitos o boles pequeños.   

Espero que os guste y que disfrutéis del fin de
Recetas de Mon Magazine Otoño 2012

El verano se acaba.... 
Por una parte me entristece saber que se acabaron los paseos acalorados por la playa, los remojones en el mar o la piscina y los aperitivos y copas con los pies en la arena mientras ves el mar azul... Por otro, me alegro que los fastidiosos mosquitos que me tienen acribillada desde poco después de Semana Santa, por fin  desaparezcan.
También me alegra que por fin las temperaturas sean más llevaderas y estoy deseando estrenar esa chaqueta  que hace poco me compré....

Estamos a las puertas del otoño y como pasó en verano, os traigo un nuevo Número de Recetas de Mon, esta vez, con recetas de otoño con productos de temporada.

Espero que os guste y feliz entrada al otoño!!!

Podéis descargarla aquí.



En Espacio Restauración podéis ver el nuevo post: Restaurante Hotel
Chuletas con patatas y papaya salteada




¿Y tú qué eres, ángel o demonio? 
De jovencita me decían que las chicas buenas iban al cielo y las malas a todas partes, así que vosotros decidís...

Hoy os traigo una receta de esas que te transportan al mismo cielo!



Como habréis visto en televisión y otros medios de comunicación, "ElPozo" ha lanzado una nueva línea de productos "Extratiernos". 
Con esta nueva gama, "ElPozo", nos ofrece desde pechugas de pavo, jamón deshuesado hasta solomillo, escalopines, redondo y chuletas. Éstas últimas, como podéis ver en la receta que os traigo.

Toda la gama procede de sus propias granjas, con lo que aseguran una calidad en cada uno de sus productos. Gracias a un proceso exclusivo de tenderización y a la selección de sus mejores carnes, aseguran que el producto final sea extremadamente tierno. La verdad es que a mi me sorprendió, ya que especialmente el lomo y las chuletas suelen quedar algo secas al cocinarlas. No fue el caso, aunque el tiempo de cocción no fue elevado.

Brocheta de gambones con salsa de yogur
Mi madre siempre me decía que debíamos comer de todo.  Y yo, venga a comer carne, algo de pescado y poca verdura y legumbres. Ni siquiera, por aquellos tiempos tomaba pan que no fuera en bocadillo (y la verdad, a veces sacaba el embutido y dejaba el pan)... Esta es una buena opción para que comer verduras sea más apetitosa y atractiva, para los peques de la casa y los no tan peques. Además al ir aderezada con una salsa de yogur, hace que sea un plato todavía más completo. Un plato, en la línea de esos días de calor sofocante: fácil, refrescante y sano. Muchos de vosotros ya estáis de vacaciones, espero que las disfrutéis. Yo, aunque trabajo, me esperan unas semanas de mucho ajetreo, así que me tomo unos días de vacaciones blogueros para poder dedicarme de pleno a mi profesión. En unas semanas abrimos el nuevo restaurante, así que necesito toda mi energía....
También os quiero presentar mi nuevo blog, hace tan sólo una entrada que lo estrené, pero ahí está, poquito a poquito. Se llama "Espacio Restauración" y va
El Petit Celler


Hace algunos días, tuve la oportunidad de asistir a una cata de vinos muy especial. 
De hecho, se trataba de un juego "Quién es quién?". 

Hay alguna forma mejor de aprender?
Recuerdo cuando en la universidad, teníamos un profesor que hacía que su asignatura (un palo) fuera de las preferidas de todos los alumnos porque llenaba sus explicaciones con ejemplos, casos reales para que viéramos la aplicación y juegos en los que él era el primero en participar.

Bien, pues el juego en cuestión se trataba de catar cuatro vinos tintos e intentar identificar qué precio tenia cada uno. Teníamos pistas: sabíamos que uno de ellos era de 6€, otro de 60€, otro de 600€ y uno último que llamamos jocker ya que se podía tratar de cualquier precio. Interesante.



La cata se hacía en El Petit Celler un nuevo punto de encuentro para los amantes del vino y de la buena gastronomía, en Barcelona, más detalladamente, en
Bocadillos de salmón con queso fresco

Después de unos días de vacaciones, volvemos a la rutina diaria.... Qué rápido pasan las vacaciones!! Ha sido una semana, poquitos días, pero jolines, cuando hay que trabajar, creo que pasan más lentamente....

Estos días he aprovechado para descansar, hacer recados, ordenar un millón de cosas que tenía desperdigadas y que nunca tengo tiempo para poner cada tema en su sitio, para ir a la playa y para cocinar.




La verdad es que he cocinado todo lo que he podido (y el tiempo de relax me ha permitido), pero únicamente me apetecía tomar cosas ligeras, como este bocadillo de salmón.

El salmón, uno de los pescados más recomendados para tomar por el Omega 3 que nos aporta, siempre me ha gustado. Es untuoso, sabroso y con un punto graso que hace que sea mucho más jugoso.
Solo, a la plancha con unas gotas de limón, queda exquisito, pero en este bocadillo con unas gotas de limón,  unos tomates y un poco de queso de untar aromatizado con unas hojas
Arroz con guisantes y almejas

Cuando era pequeña, no me gustaban los guisantes. Recuerdo que mi madre los preparaba en algunas ocasiones con jamoncito y rehogados. Pero a mi no me iban demasiado. 

Ahora me he vuelto adicta a los guisantes. Me encantan. Eso sí, frescos. Siguen sin gustarme los guisantes envasados. 
Me encanta el aroma que desprenden al abrir la vaina, ver las mini bolitas que se agolpan dentro, como si fueran mini tesoros dentro de un cofre. Adoro el sabor dulzor que tienen y el puntito crujiente, ya que me gustan salteados durante pocos minutos. 
Con un buen aceite de oliva y una pizca de sal, están deliciosos. 


Hace unos días os presentaba estas tostadas con paté de guisantes y parmesano. Deliciosa. 
Con los guisantes que sobraron, preparé este plato de arroz con almejas. 
Sencillo,
Granizado de limón


Es sofocante el calor que ha hecho esta semana en Barcelona.

A las 8.30h de la mañana las playas ya están llenas y la mitad de la gente, en el agua.
Chapoteando y a la sombra de una buena sombrilla donde pase algo de brisa, es la única opción para sobrevivir. 

Pero como tengo la suerte de tener trabajo, pues me quedo sin el chapuzón matutino y me aguanto mientras espero que el tren que coja tenga el aire acondicionado a una temperatura correcta. No vaya a ser que para coger el tren, tenga que llevarme la chaqueta de lana....  (que por otro lado, no sería de extrañar).

Me encanta el verano por todo lo que conlleva: vacaciones, cenas al aire libre, más vida social (normalmente nocturna), playa, buen color de piel, .... 
Pero a medida que pasan los años, cada vez lo odio más por varios motivos:
- Mosquitos. A ver, hasta hace unos años, había un único tipo de mosquito, de patas, normalito. Que te dejaba unas ronchitas pequeñas, que picaban pero que lo podías soportar. Y únicamente picaban a partir de la puesta
Recetas de Mon Magazine nº 1
Después de muchos días de trabajo, estrés y momentos de pánico, os presento a mi nuevo proyecto.
Una revista con recetas inéditas, con productos de temporada y un apartado dedicado a la restauración (que ya que me decido profesionalmente al tema, no podía dejar de lado esta faceta....).

Hace meses que se va gestando esta idea, este pequeño bebé que hoy ve la luz por primera vez.

Espero que os guste, que no os defraude y que seáis benévolos con las críticas porque prometo ir mejorando en cada nueva edición.



Disfrutad de la semana que ya empieza. Yo después del ajetreo de los últimos días, me voy a tomar unos días....
Nos vemos en una semana!

Durum de pollo caseros


Los domingo en casa se cena durum. Sí o sí.

La verdad es que tenemos algunas "tradiciones" en materia de comida. Por ejemplo: los viernes se cenan alitas, los sábados pescado y los domingos durum. Además muchos domingos almorzamos entrecot a la brasa como os explicaba en este post. Somos así de previsibles. 
La creatividad normalmente la tenemos en el momento del almuerzo por varias razones: tengo más tiempo para cocinar, estoy mucho más inspirada y la luz es buena para sacar fotos a los platos que después presentaré en el blog. 

Cuando era pequeña, en casa de mis padres también había costumbres culinarias... Los miércoles, día de fiesta de mi padre, cenábamos bocadillo (de media barra de medio) con un jamón exquisito. No se si era jabugo, bellota o lo que sea. Lo que recuerdo es que esperaba con la boca hecha agua a que llegara el miércoles noche. 
Los jueves, cenábamos pizza mientras veíamos "Luz de Luna". Mi madre compraba la base (no había tiempo para hacerlas) y mi hermana y yo poníamos los ingredientes. Todo al horno y a comer delante de la tele para
Bollos de leche fáciles para el desayuno

O la merienda, o media mañana...

Vamos que a cualquier hora y en cualquier momento se pueden tomar.

Estos bollos son una auténtica tentación. De hecho, de los 16 bollitos que hice, al final del día quedaron 2... Al día siguiente los pobres bollos supervivientes, fueron decapitados y tomados sin ningún tipo de remordimiento.

Al ser unos bollos algo dulces, son mucho mejor tomarlos como desayuno o merienda, aunque si eres un goloso empedernido, tómalos cuando más te apetezcan!



En casa, como sabéis somos más de dulce que de salado, pero no pude contenerme, después de hornearlos a tomarme un desayuno de reyes con los bollitos todavía calientes y desprendiendo ese aroma que tanto nos gusta.
Con mantequilla y mermelada, realmente es uno de esos pequeños lujos que no cuestan nada y pero te hacen sentirte realmente bien. Esos pequeños placeres de la vida.

Os dejo la receta y espero que os gusten tanto como en casa.

Disfrutad de la semana!



Ingredientes:
- 1/2
Tartaletas de queso de cabra y mermelada de frambuesa


Llevo unas semanas de locos.
Trabajo, familia, actos sociales, obligaciones, nuevos proyectos.

Me acabo de dar cuenta que no hay tiempo para todo.
Espero que en unos días, todo se calme, vuelva a la normalidad y pueda volver a dormir mis horas sin estar pensando constantemente todo lo que tengo pendiente.

Menos mal que no tengo niños a los que llevar y recoger del cole, preparar su ropa, la merienda, la bolsa de las actividades extraescolares, etc. ¿Cómo lo hacéis?
Yo cada vez que tengo un acto social después del trabajo, tengo que hacer un plan logístico para ver si pasar por casa antes, sacar a Buck, coger el coche o no, .... uffff.
Después ponerte guapa, taconazos, maquillaje y salir con una sonrisa en los labios cuando lo que me apetece es quedarme con pantuflas, pijama y una coleta mal hecha, cenando en el sofá y viendo Cinco Hermanos.



Pero el deber y las obligaciones son lo que tiene. Lo bueno de todo este es que últimamente
Tostada de «paté» de guisantes y parmesano
Es fantástico ver los colores que cada una de las estaciones nos proporciona. En esta primavera, los colores verdes son los predominantes y con la receta de hoy, desde luego, queda patente. Verde, verde y verde. De pequeña no me gustaban demasiado los guisantes, pero hace unos días, probé unos pequeñitos y recién cogidos, que has podían tomarse crudos y disfrutar de su sabor dulzón e inconfundible. Enseguida pensé que tenía que hacerme con algunos de ellos para poder probar una receta que tenía pendiente desde hacía tiempo.
Estos guisantes del Maresme, pequeños, dulces y extremadamente suculentos fueron mi almuerzo la semana pasada. E. por motivos laborales ha tenido que pasar unos días por tierras asiáticas, así que después de ver el resultado de esta receta, tendré que repetirla para poder compartirla con él.
Se trata de un puré denso, para utilizar como un paté, sobre tostadas aunque también quedará muy bien como guarnición ya que le da el toque dulzón que encaja con tantos y tantos platos, además de
Sandwich de pollo con havarti y mostaza de hierbas

El sábado pasado, aprovechando el buen tiempo que hacía y con el objetivo de desconectar un poco de la cocina y la fotografía, en la que me había sumergido durante prácticamente todo el día, salí con Buck a dar un buen paseo primaveral.

Pues mi gozo en un pozo. A medio camino, tuvimos que volver corriendo. Bueno, corriendo yo, Buck a trote borriquero supongo que preguntándose por qué no podía disfrutar de la lluvia y de los fantásticos olores que traía…
Después de intentar aligerar el paso y viendo que igualmente iba a mojarme, volvimos a casa, pero con paso tranquilo, parándonos a disfrutar de la estampa primaveral que teníamos ante nosotros.



Lo pasamos en grande. Quizá la gente que se cruzaba con nosotros, corriendo e incluso intentando cobijarse en algún portal y bajo algún árbol, se preguntara por qué la loca del perro estaba con una sonrisa de oreja a oreja, pero la situación era tan agradable, que no podía dejar de sonreír.

Llegamos a casa empapados. Buck como un pollo remojado y yo
Pintxo de Nectarina con Anchoa y Cómo sobrevivir a las cercanías de Renfe


Hacía años que no cogía el tren.
Una de las facilidades de vivir en Barcelona ciudad es que con transporte público o en moto, llegas a todas partes.
Desde hace cerca de tres años (ya???), nos trasladamos a un pueblecito costero en la zona del Maresme, a unos 20 km de Barcelona.
Para hacer los traslados necesarios para subsistir (entendamos, hacia el trabajo y de vuelta a casa), hasta hace unos meses iba en coche, ya que tenía la facilidad de tener parking.
En febrero cambié de trabajo y con ello, de costumbres. Estamos en unas oficinas temporales hasta que el nuevo restaurante abra sus puertas y nos encontramos justo en el centro de Barcelona, con lo que si quieres una plaza de parking tienes que dejar un ojo de fianza e hipotecar el riñón para poder pagar las mensualidades (casi, casi, casi, no exagero absolutamente nada...)

Así que muy digna yo y con una lagrimilla (o dos) rodando por las mejillas, dije "adiós" a los zapatos de tacón y "hola" a las bailarinas y a la T10.

Lo bueno es que estoy leyendo mucho durante los
Albóndigas para el Día de la Madre

Hoy hemos celebrado el día de la madre.
Como sabéis, no soy madre, soy madrastra de N y N (en el buen sentido de la palabra y mejorando mucho la imagen de la bruja de Blancanieves, o eso espero....jiji) y "madre" de un hijo peludo y travieso llamado Buck que me trae por el camino de la amargura y de la felicidad al mismo tiempo.

Este año hemos pasado este día en familia, aunque mi madre, mi querida madre a la que he echado de menos, está lejos.
Hemos hablado un momento, tan solo unos minutos ya que entraba en misa. Una misa por mi abuela, su madre que hace pocos años nos dejó.



Es difícil ser madre en estos momentos en los que debes compaginar la vida personal y laboral. 
Mientras escribo esta frase me choca que todo lo que debemos "capotear" durante las 24h del día, se pueda resumir en "vida personal y laboral".

Nos exigimos que seamos buenas hijas, buenas hermanas, buenas amigas, buenas madres, buenas nueras, buenas trabajadoras, buenas compañeras, ... y además
Bollos «preñados» de chistorra


Estas últimas semana están siendo ajetreadas, con horas infinitas frente al ordenador y sin tiempo casi para disfrutar de los pequeños placeres de la primavera (aunque tengo que el tiempo tampoco ha acompañado demasiado....).
Lo bueno de estas semanas, es que hace nada que estuvimos en Andorra en una Resort Rural, Can Bou, (aquí)  y en un par de días, nos vamos de viaje (y de puente) a París.

Hacía mucho tiempo que quería ir a la ciudad de la luz y del amor.... , pero no había tenido oportunidad hasta ahora. Estoy emocionada!
Ya os contaré qué tal la desconexión...



Por ahora, os dejo con estos "Bollitos preñados". Nombre muy curioso y llamativo, por otra parte.
La primera vez que los vi, fue en la Feria de Vic (aquí) y compré uno por curiosidad. Me encantaron y tomé nota para prepararlos en un futuro.
Hace ya algunas semanas que los preparé siguiendo la receta para el pan de hamburguesa de Webos Fritos.

Sano, sano... pues relativo.
Tartaletas de aguacate y salmón

Nunca he sido demasiado dada a demostrar sentimientos ni he sido de lágrima fácil, pero a medida que van pasando los años, las cosas van cambiando.

El martes, mis padres parten para Galicia. Cuando mi padre era joven, dejó su pueblo natal (un pueblo de la provincia de Lugo, que por lo que recuerdo es digno de cualquier película que necesite un escenario único con laderas verdes, ríos trucheros y pocas casas y personas por los alrededores).
Vino a Barcelona con el bolsillo vacío y la maleta llena de ilusiones y ganas de emprender una nueva vida. Barcelona, lo acogió y él trabajo con esmero hasta que conoció a mi madre en una visita al pueblo gallego de mi madre y empezaron una relación que pasó por boda y por dos retoños nacidos  ya en la ciudad condal, que somos mi hermana y yo.

Cada verano veraneábamos por aquellas tierras y siempre han estado con el corazón partidos entre sus dos tierras. La que les vió nacer y la que les
Top