Bundt cake biscuit de chocolate y Nutella (fácil y sin horno)

Cuando caes, tienes que levantarte.
Eso me decían de pequeña, me siguen diciendo y yo repito en plan loro.

Hay veces que la caída es dolorosa y eres incapaz de levantarte del suelo, las hay en las que votas literalmente y te levantas de un salto y las hay en las que el dolor es más profundo en tu orgullo interior…

La primera vez que monté a caballo fue el de mi abuelo. Era un caballo rubio y yo, una mocosa que no levantaba un palmo del suelo, no me iba a la cama sin haber dado una vuelta en sus lomos. Deseaba ir al pueblo para montar a caballo.
Después ese caballo desapareció y llegó un burro con el que mi abuelo iba a segar hierba y que a la vuelta él iba cargado con los sacos y el burro más ligero que cuando salió. No se porqué se le llama burro, porque este era más listo que el hambre!! Lógicamente, si no llevaba sacos, tampoco se dejaba montar por una pequeñaja.
Después llegó la mula de Honorato, el cartero con el que iba a repartir el correo y de la que no me bajaba en todo el recorrido.

He montado muchas veces, incluida una vez que paramos a que la niña montara de camino a una comunión y que la bronca al volver fue monumental porque estuvimos más de una hora y claro, llegamos tarde (aunque yo más feliz que una perdiz).

Lógicamente, después de haber montado mucho, algunas caídas también hubieron, y como siempre me habían dicho, había vuelto a montar como si no hubiera pasado nada, como si mis piernas no estuvieran temblando y como si la amenaza de un morado que ocuparía todo mi pompis, no existiera.

Pues bien, en la hípica donde vamos desde hace años con los niños (Sol Solet), tienen una muy buena forma de motivar a los niños y quitarle importancia al hecho de caerse: el que se cae, a la semana siguiente debe llevar un pastel de chocolate.
N. tuvo la mala fortuna de caerse dos veces hace unas semanas y claro, tocó llevar pastel con doble ración de chocolate. Aquí lo tenéis.
Por cierto, la fotografía de arriba es la potrillo «Lluvia» que había nacido apenas 3 días antes.

Con este Bundt cake biscuit de chocolate y nutella se te pasan las penas de golpe!!
Tengo que avisar que tiene una potencia de chocolate muy elevada. Las galletas que lleva por el centro hace que tenga un punto crujiente muy gustoso, pero los no chocolateros, mejor que se abstengan….

Espero que os guste y que disfrutéis de la semana!

Receta adaptada de Café Fernando.


Ingredientes:
– 400 gr de nata para montar
– 200 gr de chocolate fondant
– 4 c/s (generosas) de Nutella
– 125 gr de mantequilla pomada
– 10 galletas (yo utilicé unas de desayuno con cereales).

Elaboración:
Trocear el chocolate y reservar.
Calentar la nata en un cazo o al microondas, introducir el chocolate dentro y remover hasta que quede deshecho e incorporado a la nata.
Añadir las cucharadas de Nutella, mezclar bien e incorporar la mantequilla pomada.
Mezclar todo bien, si es necesario, volver a calentar durante unos minutos.
Engrasar el molde donde vayamos a hacerlo y poner una capa generosa de la mezcla anterior.
Desmenuzar las galletas de forma tosca (que no quede polvo) y poner una capa encima.
Volver a poner una capa de chocolate, otra de galletas y acabar con más mezcla de chocolate.
Introducir en la nevera unas 3h. Desmoldar con cuidado y poner en el plato o portapasteles que vayamos a utilizar.

En la receta original, se salsea con un glaseado hecho a base de 100 gr chocolate y 50 ml de nata. Yo no lo hice ya que así estaba increiblemente bueno y la aportación de chocolate, era más que suficiente.

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