Voy a tratar un tema muy recurrente y de abuela cebolleta, así que aviso, a quien no le interese, que vaya directamente a las carrilleras. Son fantásticas y bien ricas, así que no me enfadaré….

Hace unos meses, exactamente uno, nos preguntábamos dónde estaba el otoño. Yo especialmente me preguntaba si al lado de las castañeras (que cada vez hay menos y no me extraña) estaría el carrito de los helados y acabaríamos comiendo las dos cosas a la vez.
Y ahora, en los inicios del mes de diciembre, vuelvo a preguntarme dónde está el otoño!
Me lo parece solo a mi o ha pasado para dar los buenos días y se ha largado sin decir nada, ni quedarse a cenar?
Vino para fichar y largarse. Pues vaya.

Lo único que me da que es otoño es que todavía hay algunas hojas amarillas que visten los árboles. Poco más.

Bueno, ahora al tema importante: las carrilleras.
Si no pienso realmente lo que son me encantan. Tengo la facilidad de hacerlo, así que no tengo mucho problema.
Me encantan a la brasa son all i oli en primavera y así, estofaditas en una salsa de vino tinto  cuando las temperaturas bajan.
Son cremosas, jugosas y se deshacen en la boca. Además son de esos platos que no necesitan demasiado nivel en la cocina, porque es ponerlas con sus ingredientes y dejar que el tiempo y el fuego suave hagan el resto.
Son deliciosas.

La salsa de vino tinto, pues para mojar pan. Qué os voy a decir. Como sabéis cuanto mejor es el vino, más rica sale la salsa. Yo he utilizado dos vasos (pequeños) de este Monastrell de Maset, que está delicioso y ha dejado un aroma exquisito al guiso. Además mientras cocinas, copita para aquí copita para allá y el resto, para acompañar el plato. Así que lo he disfrutado el triple.

Espero que os guste la receta y que disfrutéis de la semana! (Ya estamos en diciembre, madre mía!)

Ingredientes:
– 4 carrilleras
– 1 cebolla grande
– 1 puerro
– 1 zanahoria grande
– 2 dientes de ajo
– 2 vasos de vino tinto (del bueno)
– 2 vasos de caldo de verduras
– Harina
– Sal
– Pimienta negra
– Romero
– Aceite de oliva

Elaboracion:
Salpimentar las carrilleras y enharinarlas. Pasarlas por una cazuela con un poco de aceite, tan sólo para que sellen. Reservar.
Cortar a dados, no hace falta que sean perfectos porque después trituraremos, las verduras.
Las doramos con el romero en la misma cazuela y aceite a fuego suave hasta que estén un poco más tiernas (5 min). Incorporar las carrilleras y el vino. Dejar cocinar unos minutos y añadir el caldo. Dejar cocinar durante 1.5h a fuego suave con la cazuela medio tapada. Ir revisando para comprobar que no falte caldo. Si falta, puedes añadir más caldo de verduras o agua.
Pasado este tiempo aprox. o cuando vemos que la carne de las carrilleras se separa bien del hueso, retiramos las carrilleras y trituramos la salsa de forma que quede fina sin tropezones.
Volvemos a poner en la cazuela con las carrilleras y dejamos cocinar unos minutos más.
Servimos con la salsa por encima y el resto en una salsera o bol. Tambien podemos acompañarlas de un puré de patatas o arroz blanco. Y PAN!