Quiche de ajos tiernos y calabacín con crema de queso azul

Ya estamos de vuelta.
Después de estos días de descanso, recuperamos la rutina diaria.
Aunque volver a los mismos hábitos de siempre y dejar los momentos ociosos siempre conlleva un poco de tristeza, también me provoca algo de alegría por volver a tener horarios marcados, alimentación más sana y horas dedicadas al trabajo.

Me gusta la rutina en su justa medida. Me gusta echarle sal a la vida, pero no el salero.  Quizá sea poco flexible…Soy así, qué le vamos a hacer.
Me considero una persona estricta y algo maniática (E. confirma esto último y lo eleva a cubo, muy a mi pesar). Me gusta que todo esté bien ordenado (esto quiere decir: ordenado a mi gusto).
Tengo manías como dejar el trapo de la cocina en un lugar determinado (que yo llamo SU sitio), los utensilios ordenados, las toallas dobladas de una determinada manera, las perchas mirando todas en un mismo sentido y algunos «pequeños» detalles más.

Por eso, después de haber estado en un apartamento relativamente pequeño para cuatro personas, con una cocina a la que no estoy acostumbrada y con limitación de utensilios y platos para cocinar, me alegra volver a casa. Aunque debo decir que todo estaba ordenado, el trapo en SU sitio y las perchas en una misma dirección. Cuando me voy de vacaciones, mis manías vienen conmigo.  

Realmente nos lo hemos pasado genial en Andorra. Hemos disfrutado como niños con la nieve. Hemos hecho guerras, nos hemos tirado en trineo, revolcado y hecho la «croqueta» ladera abajo llenándonos de copos blancos.

He disfrutado de E. y de NyN. Hacía tiempo que no pasábamos unos días de vacaciones juntos disfrutando tanto. Entre los muchos buenos momentos han estado las partidas al Monopoly cuando desaparecían los rayos de sol y la temperatura nos hacía volver corriendo al calor de un chocolate caliente.
Nos lo hemos pasado muy bien. En familia. Un pequeño adelanto de lo que nos espera durante las próximas fechas.

El primer plato después de estas mini vacaciones: una quiche de ajos tiernos y calabacín con crema de queso azul. Deliciosa.

Feliz fin de semana!


Ingredientes para la masa: (opción fácil, comprar masa brisa)
– 200 gr. de harina
– 100 gr. de mantequilla
– 1 huevo
– 2 c/s de agua
– Sal

Ingredientes del relleno:
– 1 calabacín
– 6 ajos tiernos pequeños
– 150 gr de queso azul (si os gusta suave, poned 100 gr)
– 200 gr nata para cocinar

Elaboración:
Colocar en un bol la harina, el agua, la mantequilla a punto de pomada, el huevo y una pizca de sal.
Amasar hasta conseguir una masa homogénea. Dejar reposar en la nevera durante una hora.
Estira la masa con un rodillo y disponerla en un molde redondo o cuadrado untado con aceite o mantequilla.
Pinchar con un tenedor el interior de la masa para que no suba.
Cortar los calabacines en rodajas de 1cm aprox. Tapar con ellas el interior de la masa. Encima poner los ajos tiernos cortados, encima, otra capa de calabacín.
En una sartén, fundir a fuego suave una nuez de mantequilla, incorporar el queso azul y la nata. Remover y dejar a fuego suave hasta que el queso quede fundido con la nata.
Echar esta crema a la quiche y meter en el horno precalentado a 180ª durante 40-50º.

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