Hace unos días, a través de Inés, del blog Aceite y chocolate, conocí la historia de Jontxu.
Tal y como nos contaba Inés a algunos bloggers, Jontxu es un niño muy especial. Ahora tiene 8 años y hace 2 le diagnosticaron LEUCUDISTROFIA una enfermedad genética neurodegenerativa.
Esta enfermedad le ha causado innumerables limitaciones, pero sus padres decidieron luchar con todas sus fuerzas para que cada pequeño logro se convierta en un gran triunfo.
En su lucha y empeño por investigar sobre las enfermedades neurodegenerativas han creado “The Walk On Project” que por medio de conciertos,eventos deportivos, actividades culturales, sociales y artísticas obtienen fondos para una beca de investigación.
Han lanzado un disco en el cual participa de forma activa como cantante y compositor el padre de Jontxu.
El 29/02 es un día especial ya que únicamente viene cada 4 años a visitarnos, Inés, nos propone publicar una receta sencilla, una receta especial que arranque una sonrisa recordando ese plato que tanto nos gustaba de pequeños o bien, la preferida de nuestros hijos o sobrinos.
Era una «obligación» coger una pieza de fruta, era la forma de acabar la comida o la cena. Sin no tomabas fruta, todavía no habías acabado de comer.
Únicamente los domingo teníamos «permiso» para tomar algún dulce o algún producto lácteo de esos de chocolate o fresa. Sólo los días de fiesta, y con una cuchara bien pequeña y poquito a poquito, los iba saboreando intentando que duraran lo máximo posible.
Ahora creo que esta costumbre se está perdiendo, no se si por vagancia a la hora de pelar las frutas o porque es más fácil darle a los niños un yogurt que una manzana.
En casa tomamos mucha fruta y es que vale la pena tomarla cuando está en su punto justo de madurez y parece que estés tomando chuches de lo dulce que está.
Me encanta el mango, las fresas, las ciruelas, las mandarinas, la sandía y el melón. Y cuando encuentras una pieza bien dulce y sabrosa, está deliciosa.
Ésta es una forma bien sencilla de hacer que los peques tomen fruta. Ya pelada, cortada a trozos y con una presentación cuidada, nadie puede decir que no.
Además con un poco de queso fresco desmenuzado, hace que el postre sea bien completo.
Para este plato, he utilizado, manzana, pomelo rosa, naranja, frambuesas y mango pero lógicamente podéis utilizar cualquier fruta de temporada que haya en el mercado.
Espero que os guste y que la propuesta de Inés, sirva para acercar un poco más las enfermedades neurodegenerativas a la sociedad.
Espero que tengáis una feliz semana!
Ingredientes:
– 1 mango
– 1 naranja
– Frambuesas
– 1 manzana
– 1 pomelo rosa
– Queso fresco
– Eneldo
Elaboración:
Sacar los gajos del pomelo y cortar a rodajas finas el resto de frutas a excepción de las frambuesas.
Elegir la presentación que queramos, en plato o vaso.
Si es en vaso ir intercalando las rodajas de fruta con el queso y decorar con el eneldo.
Si es en plato, poner las frutas de forma armónica, poner el queso desmenuzado y el eneldo como decoración.
39 Responses to Ensalada de frutas con queso fresco para «The Walk On Project»