Albóndigas para el Día de la Madre

Hoy hemos celebrado el día de la madre.
Como sabéis, no soy madre, soy madrastra de N y N (en el buen sentido de la palabra y mejorando mucho la imagen de la bruja de Blancanieves, o eso espero….jiji) y «madre» de un hijo peludo y travieso llamado Buck que me trae por el camino de la amargura y de la felicidad al mismo tiempo.

Este año hemos pasado este día en familia, aunque mi madre, mi querida madre a la que he echado de menos, está lejos.
Hemos hablado un momento, tan solo unos minutos ya que entraba en misa. Una misa por mi abuela, su madre que hace pocos años nos dejó.

Es difícil ser madre en estos momentos en los que debes compaginar la vida personal y laboral. 

Mientras escribo esta frase me choca que todo lo que debemos «capotear» durante las 24h del día, se pueda resumir en «vida personal y laboral».

Nos exigimos que seamos buenas hijas, buenas hermanas, buenas amigas, buenas madres, buenas nueras, buenas trabajadoras, buenas compañeras, … y además todo esto con una imagen impecable, una talla decente y la sonrisa y las buenas maneras siempre a flor de piel.
Es normal que en ocasiones perdamos los nervios, nos estresemos, tengamos mala cara y necesitemos nuestro espacio.

Es difícil mantener las buenas formas cuando el día únicamente tiene 24h y debes desdoblarte para hacer 80 cosas cada día y además, de buen humor. Es imposible.
Tenemos que reconoce que no somos superwoman, que somos personas y que intentamos hacer lo posible porque todo a nuestro alrededor fluya de forma positiva.

Hoy he recibido un regalo por el día de la «madrastra», por «portarme tan bien con ellos y hacerles las comidas y las cena que tanto les gusta». Me ha hecho mucha ilusión.
Esos pequeños detalles son los que hacen que te levantes cada día y los que hacen que veas los esfuerzos del día a día recompensados.

Como siempre que cocino, Buck no se ha «despegado de mis faldas», con cara de bueno por si «caía algo….». Y como siempre… algo ha caido, no me puedo resistir a esa carita…

Empieza una nueva semana. Espero que la disfrutéis!!


Ingredientes: (adaptada de Karlos Arguiñano)
– 500 gr. de carne de ternera picada

– 100 gr. de carne de cerdo picada
– 100 gr. de miga de pan
– 1 huevo
– 4 dientes de ajo
– 1 kg. de tomates
– 1 cebolla grande
– 1 calabacín
– Harina (para rebozar)
– 1/2 vaso de leche
– 1 cucharadita de azúcar
– Aceite de oliva virgen extra
– Sal
– Perejil
– Una ramita de romero
Elaboración: 
Poner la miga de pan en un cuenco, verter la leche y dejar que se empape bien.

Picar 2 de los dientes de ajo y mézclalos en un cuenco con la carne picada de cerdo y de ternera, el huevo y un poco de perejil picado. Sazonar y amasar hasta que quede una mezcla homogénea.
Añadir la miga escurrida y mezclar bien.
Formar las albóndigas, pasarlas por harina y dorarlas en una sartén con un poco de aceite.
Reservar en una fuente con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Para hacer la salsa, pica la cebolla, el calabacín y los otros 2 dientes de ajo y ponedlos a pochar en una cazuela con un chorrito de aceite. Picar los tomates, agregarlos a la cazuela y cocinarlos durante 25-30 minutos con el azúcar a fuego medio.
Si vais a servir este plato a niños, triturar la salsa para que las verduras queden disueltas.
Colocar la salsa de tomate en la cazuela e introducir las albóndigas. Salar. Cocinarlas durante 15 minutos a fuego suave. Servir.

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