Ya os comentaba hace unos días que desde hace ya algún tiempo me ha dado por hacer pan en casa. 
Sin amasadora, sin panificadora y sin nada de nada, únicamente mis manitas y buenos ingredientes.

Siempre he escuchado decir que hacer pan es muy gratificante y te hace sentir diferente. Es verdad.
Esa misma sensación la tengo cuando hago pasta casera. 
Supongo que tener contacto directo con los ingredientes, ensuciarte, llenarte las manos de masa y ver después el fantástico resultado es como volver a los orígenes. Como cuando nuestras abuelas hacían el pan en el horno de leña.

Me encanta como huele la casa al hacer pan y el aroma que desprende al salir del horno. Es alucinante cómo con unos pocos ingredientes puedan salir alimentos tan ricos.

Hoy os traigo un pan de molde, realmente rico y sabroso ideal para acompañar comidas, hacer sandwiches o simplemente para picotear porque como con las Pringles, «cuando haces pop ya no hay stop».

Espero que os guste y que disfrutéis de la semana!!



Ingredientes:
– 500 gr de harina + un poco más (100 gr aprox para enharinar la zona de trabajo)
– 15 gr de levadura fresca prensada (si es seca, 1 sobre de 5,5gr)
– 50 ml leche entera + 5 ml para pintar el pan
– 10 gr de sal
– 2 c/s de miel
– 300 ml agua tibia

Elaboración:
Disolver la levadura desmenuzada en un poquito de agua tibia (de los 300 cl). Si utilizamos levadura seca no es necesario este paso. Remover con una cucharilla y dejar reposar mientras en un bol mezclamos la harina con la sal.
Añadir la esponja (la levadura con el agua), mezclar e ir incorporando poco a poco el resto de agua, la leche y la miel.
Mezclar bien.
Cuando ya haya cogido algo de forma, pero esté todavía pegajosa, traspasarla a una superficie lisa y limpia que habremos enharinado previamente.
Seguir amasando hasta que no quede pegajosa, aprox 10-15 min. Añadir un poco de agua si ves que queda muy dura o más harina si queda muy líquida y enganchosa.
Debe quedar una masa moldeable, elástica, sin grumos y homogénea.
Dejar reposar a temperatura ambiente durante 1h tapada por film o un paño limpio.
Pasado este tiempo, volver a amasar durante unos minutos para quitar el gas que se haya formado y volver a dejar reposar en el recipiente que irá al horno, durante unos 15-20min. (Tapado)
Durante este tiempo, precalentar el horno arriba y abajo a 220º. Poner un bol o recipiente con agua dentro del horno para que coja humedad.
Pintar la superficie del pan con una brocha y un poco de leche (también lo puedes hacer con aceite).
Introducir el pan en el horno tapado con papel de plata si no tenemos un molde para pan con tapa.
Dejar que se cocine durante 30 min aprox y 5 minutos más sin el papel de plata para que coja color.
Pinchar para ver que está hecho en el centro.
Desmoldar y dejar reposar en una rejilla para que pueda respirar.
Cortar cuando esté frío y servir.