Mi 2017

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Mi 2017

En 2017 desde luego ha sido un año de emociones…

Sentí como el corazón se me rompía en mil pedazos.

Descubrí lo que es el olor a VIDA.

Nunca ver dos rayitas me habían alegrado y acojonado tanto a partes iguales.

Fui realmente consciente de que en algún momento moriré.

Me sentí culpable por sentir tanta tristeza cuando debía estar rebosante de alegría y me sentí culpable por tener mariposas en el estómago cuando tenía el corazón roto.

He relativizado tanto algunas cosas que hasta yo me he sorprendido.

Me sentí el más animal de los mamíferos.

Me la ha «super-soplado» la mayoría de las cosas (y también personas).

He tenido los despertares más fantásticos del mundo.

Todavía estoy en búsqueda del resplandor del embarazo.

He aprendido lo que es el suelo pélvico por motivos poco agradables.

Cigronet

He sabido lo que es tener poco tiempo. Y no, no es no poder ir a hacer un café con una amiga.

Fui al baño unas 8.000 veces al día durante 9 meses.

Sigo intentando bajar los quilos que hace meses se me pusieron.

He hecho una mudanza con un bebé de dos meses.

He sabido lo que es tener las hormonas haciendo la ruta del bacalao por mi cuerpo.

Me he dado cuenta que hay proyectos a los que es mejor decir NO.

Mudanza con bebé de dos meses

Me he reinventado con lo que espero sea una mejor versión (está por verse, vamos).

He montado una casa con una panza de 8 meses.

He leído unos 100 libros sobre embarazo, lactancia y crianza y me doy cuenta que no tengo ni idea.

He tocado una mini naricita unas 10 veces cada noche para ver si por ella salí aire.

Me he despertado unas veinte veces cada noche y he sobrevivido (estoy sobreviviendo, vamos…).

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Mis tetas son de dominio público.

He disfrutado de los mejores helados de pistacho.

Bailé como una quinceañera canciones de Hombres G con un bombo importante.

Me he sentido la persona más egoísta del mundo por dejar ir…

Mi querido Buckito...

Hice el mejor regalo de reyes.

He sentido la tristeza más absoluta.

Adopté a una pareja de palomas que pusieron 4 huevos…

He sacado un melón por el agujero de una oliva y fue mejor de lo que me esperaba.

He visto como mi tripa crecía y crecía y era motivo de felicidad.

Me he tomado más bocadillos de Nutella que en toda mi vida.

Me volví adicta al regaliz. (Y después me dolía la tripa, pero ese, es otro tema).

Palomas...

Aquí la parejita de intrusas ponedoras.

No me ha tocado la lotería pero me he sentido la mujer más afortunada del mundo.

Los de bricomanía a mi lado son unos aficionados. (Obviamos que tres estanterías que puse tardaron exactamente 2 semanas en caer…).

He intentado hacer yoga con bebés y he durado exactamente 3min.

Todavía me pregunto dónde estará el universo paralelo al que van a parar todos los calcetinitos y patucos del peque.

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Recordé lo que es el amor más incondicional.

Ganaría un concurso de duchas rápidas. 

He sido un ballenato en toda regla.

Por fin me hicieron una sesión de fotos profesional (la siguiente espero que sea con menos curvas y algo más estilizada… ejem).

Fui a Galicia y no probé las ostras. Ni el vino. 🙁

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2017, empecé odiándote como nunca por quitarme lo que más quería pero me regalaste al amor de mi vida. Nunca un año había estado tan lleno de contrastes.

Gracias 2017. Bienvenido 2018. 

 

 

 

 

 

 

4 Responses to Mi 2017

  1. Has conseguido sacarme una sonrisa y alguna lágrima, como tu 2017! Me ha encantado leerte 🙂

    Besos. Paula

  2. Espero y deseo que el 2018 brille más y mejor que nunca para tí y los que te rodean.
    Besos.

  3. palmira

    Un año 2018 lleno de alegrías y noches cortas :o)
    ¡Feliz 2018!
    besos,
    Palmira

  4. Has descrito a la perfección mi 2016 (aunque sin mudanza y sin palomas). Tuvimos que dejar ir a mi peludo a principio de año y justo un mes después me quedé embarazada. Tienes un blog muy bonito! Me quedo por aquí.

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