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Conejo al chocolate
Cada vez que entro en blogs internacionales, ojeo libros de cocina y miro Instagram, estoy a punto de entrar en depresión.  Parece que fuera de nuestras fronteras todo el mundo tiene casas de ensueño, cocinas que parecen sacadas de una revista y donde parece que nadie haya cocinado nunca, un jardín que es la envidia de Versalles y una familia que ríete tú de Brad y Angelina. Niños guapos, sonrientes, que comen de todo, que nunca tienen una pataleta y que adoran a sus padres y al golden retriever que duerme a sus pies cual angelito. Lo único que tengo yo en común es el golden retriever, pero eso sí, con sus babas y pelos.  Decidme que Giada de Laurentis es real. Y que come lo que cocina. Hace unas semanas Essena O'Neill denunciaba a través de su cuenta de Instagram que la vida real no era la que había estado colgando en la red social. Días después ha eliminado su cuenta, así que no podéis ver sus actualizaciones de fotos antiguas donde reconocía en muchas ocasiones que la pose tan natural y fresca era obra de horas de maquillaje, de pasar frío y
Filete con patatas y champis
Os contaré un secreto... Los últimos meses han sido una auténtica locura. Me fui de vacaciones (podéis imaginaros mi cara sonriente justo aquí), llena de nervios, estrés y preguntándome qué camino quería seguir con mi vida. No porque fuera infeliz o porque hubiera sufrido algún cambio, no. Adoro mi vida, pero estaba saturada. Tan saturada que sin pensarlo me fui con seis extraños a recorrer la costa croata en un velerito de 14m, una expecie de Gran Hermano en metros reducidos.  (Si os preguntáis cómo fue la experiencia, podéis echar un ojo aquí). En Bloom teníamos muchísimo trabajo (no hay suficiente agradecimiento en el mundo) y la fotografía gastronómica (donde se incluye:  trabajos, talleres, web, blog, redes sociales + cocinar) se me hizo un mundo. Sentía que no tenía vida.     Pero entonces llegaron las vacaciones, el descanso de la cámara, los fogones apagados, la eliminación de obligaciones y la distancia para ver el bosque desde lo alto y no entre las ramas que se te meten en los ojos y te dejan las piernas arañadas. Esa desconexión me sentó de maravilla. Ahora que lo pienso, cada vez que me he sentido perdida, me he ido
Longaniza de Graus con patatas y manzana
Cuando te juntas con buena gente, sólo pueden salir cosas buenas.  El pasado 3 de octubre, nos juntamos un grupo de amigos bloggers en Zaragoza para pasar un par de días disfrutando de esa fantástica ciudad, ponernos al día y como es de esperar, comer y beber productos de la tierra. Aquí podréis ver el resumen de Neus Martí que he compartí en facebook porque yo no podría haberlo resumido mejor. Como siempre, en todas las explicaciones o resúmenes faltan las mil anécdotas que nos ocurrieron, desde el momento cotorras en el AVE que casi nos pasamos de estación hasta el momento Ángel "haz con este cuerpo lo que quieras" pasando por la espontánea que no "pinta un ocho", ... Un millón de anécdotas que por fin hoy, más de una semana después puedo explicar con pelos y señales, porque señores, aquí la menda lerenda, camino a Zaragoza se quedó sin voz. Sí, sí, sin voz. Todo el viernes y el sábado calladita. Sin decir ni mu. ¿Os lo podéis imaginar? Es como tener un jamón delante tuyo y no poder un trocito. Nada. Niente. Nein. Ni una palabra salía de mi boca por más que pudiera. La
Hamburguesas Sandra Lejarza
Cuando era pequeña decir que te ibas a comer una hamburguesa significaba que ibas al McDonald's de turno y te ponías las botas (tú y tu colesterol) hasta caer rendido. Desde hace unos años, se ha desvinculado totalmente el comer hamburguesas con la comida basura. Y menos mal, porque los amantes de los bocadillos matamos por una buena hamburguesa con todos sus aderezos y condimentos.   Hace unas semanas conocí el trabajo de Sandra Lejarza, una emprendedora como la copa de un pino que cría su propio ganado y además de comercializar diferentes tipos de carne, elabora unas hamburguesas que merecen ser llamadas de USTED.  Claro que viendo el mimo que pone en el cuidado del ganado cridado en Lemoa (Bizkaia) y el amor en la elaboración de sus productos, no es para menos. La carne es jugosa sin llegar a ser grasienta, tierna y se deshace en la boca. Yo las hice cruditas por dentro, como me gustan y la verdad es que son una auténtica delicia. Así que ya sabéis. Si queréis unas hamburguesas de calidad, tened en cuenta a Sandra. Si os ponéis en contacto con ella, os hace llegar el producto a cualquier punto de
Tilapia con pesto verde
  ¿Por qué cuando tienes que pasar el día en la oficina trabajando y no chapoteando y debajo de un cocotero con un mojito hace un sol radiante y cuando tienes el cocotero y el mojito preparados, el cielo se encapota? ¿Por qué? Murphy se podía un poquito a tomar por saco, no? Que sí, que cuando se te cae la tostada será por el lado de la mantequilla, que si llueve justo cuando has limpiado el coche y que el metro se para justo el día que tienes más prisa, .... ¿pero lo del tiempo? Bueno, por un lado estoy contenta porque tampoco ha sido tan malo. Recuerdo el mes de julio del año pasado que lo pasamos con lluvias. El mes de junio caluroso ni existió y empezó el calor a finales de agosto, justo los 15 días básicos de verano, como premio de consolación. Aquí, podéis ver mi desesperación el año pasado. Julio, para ser más exactos. Pero bueno, a grandes males, grandes remedios y a una le hace falta poco para divertirse y pasarlo en grande. Básicamente una botella de vino y buena compañía, así que... Para rematarlo un plato ideal para el verano, que
Ossobuco de mojar pan
  Mañana por la noche llega la primavera y para darnos la bienvenida viene con lluvia por estas tierras. Jolines. Supongo que a todo el mundo le pasa igual, pero a mi cuando llueve y está gris, solamente me apetece estar en casa con una buena peli, la manta y una buena copa de vino. La nostalgia de apodera de mi cuerpo y me quedo en modo "stand by" hasta que soy consciente que el pichurro tiene que salir a la calle. Entonces, uniforme perruno de lluvia (= homeless), me lanzo a la calle. No me gustan mucho los paraguas, así que voy con una gorra. Al menos si no hay viento voy más cómoda, porque con el perro en una mano y recoger "cositas", el paraguas sobra. Para él la actividad empieza justo en el momento en que ve los primeros charcos. Es así de majo.  En fin, que si sois como yo y vais a medio hibernar este fin de semana os traigo un Ossobuco para mojar pan.  Es uno de esos platos de los de hacer la siesta después. Y la siesta como a mi me gusta: en el sofá y con una peli mala de fondo (de esas de "basado
Salmón de invierno
Soy una amante de las chuches, de todas, pero de pequeña, además de los caramelos de nata, me encantaban las bolitas de anís.  Ahora que soy más mayor, (poquito más), me siguen encantando y me tomaría una copita de anís de vez en cuando. Pero claro, en anisete y el glamour está un poco reñido, ya se sabe que ahora se llevan los Gin-Tonics con los ingredientes de una ensalada dentro.  En fin, que el día que descubrí el hinojo con su sabor anisado y sus cualidades, fui feliz.  Entre otras cosas el hinojo es fantástico para mejorar la digestión, reducir el colesterol, tiene propiedades antioxidantes y además, reduce el apetito. A mi la verdad es que con el sabor que tiene, ya me había enamorado. Uno de los ingredientes estrella del Salmón de Invierno, además del salmón, es el hinojo. La combinación con el pescado y la salsa de soja es espectacular. Si tenéis oportunidad, probadlo. No os defraudará. La receta completa la podéis ver en la pág. 39 del Magazine de Invierno. Podéis verla aquí. Espero que os guste. ¡Disfrutad de la
Canelones de ricota con crema de foie
  Con los canelones pasa como con las croquetas: "Los de mi madre son mejores".  Cuántas discusiones y cuantos tuppers de ida y vuelta habrán provocado estas palabras... Pues yo lo siento, quiero mucho a mi madre pero no recuerdo sus croquetas y no me gustan sus canelones. Ojo, que a mi hermana y al sobri les encantan! A mi es que la bechamel, como que no... Que no me va, vamos. No me gusta demasiado su textura ni su sabor. Na' de na'. Pero, fíjate que encontré la solución y no solamente encontré una forma de tomarlos de forma que se me haga la boca agua... ¡Por ahora ya van dos! Decidme si no, la buena pinta que tienen estos Canelones de carrilleras con crema de setas. Además de la presentación, diferente, estaban de vicio. Super jugosos... Pero os recuerdo la segunda opción: Canelones de ricota con crema de foie. Una propuesta algo más ligera e igualmente buena. Así que los canelones de mi madre no, pero los míos... Los mejores! Eso sí, sin bechamel. Podéis ver el detalle de la receta en la Leer más
Lenguado a la Meuniere
  Hay platos que hay que llamarlos de USTED.  Quizá algunos digan que son viejunos, pero a lo Mikel Iturriaga los defiendo y protejo porque estos platos son los de nuestras abuelas y los que hicieron de nuestras cocinas lo que son ahora. Qué sería de nosotros sin los langostinos con gabardina, de los dátiles con faja de bacon, el melón con jamón o los socorridos y deliciosos macarrones con chorizo... Pues este plato es un poquitín más sofisticado y pelín menos económico para los bolsillos tal y como está el precio del lenguado (y más si es salvaje...), pero bueno, si queremos rascarnos un poco el bolsillo, el plato es perfecto para celebraciones o cenas románticas. Y si no nos queremos rascar demasiado el bolsillo, pues podemos hacer lo mismo con un gallo que es parecido y mejor de precio. Este lenguado a la Meuniere es bien fácil de preparar y necesitas tan solo unos minutos para hacerlo, lo único es que no podéis prepararlo con antelación porque el pescado perdería parte de su jugosidad y fastidiamos el plato. Lo que sí podemos tener hechas son las patatas de guarnición. Una cosa a tener en cuenta, no seáis
Receta de pollo con níscalos

Hasta hace poco en la aldea donde viven mis padres el 50% de su tiempo no se comían setas. De hecho, tampoco se comen muchas alcachofas. Cuando fui hace unos meses, mi madre me encargó algunas para poder hacerlas para mi hermana, que es fan.

Pero volviendo a las setas. Mira que hay bosques y humedad, pues nada, que nadie se iba de paseo para recoger setas hasta hace un par de años. Y claro, mi madre se ha hecho semi-experta y desde septiembre hasta noviembre que es cuando vienen de nuevo a Barcelona, sale cada día a ver qué encuentra. Y como el que busca, encuentra, ella siempre lleva a casa algunas setillas bien majas. 

El primer año que se lanzó al mundo micológico, como eran los inicios para todos, llegaba a casa con cestas y cestas llenas. Una delicia. Después las confitaba y envasaba para tener durante todo el año. Ahora, que el tema ya se ha hecho más popular, sigue teniendo excedente, pero no como para alimentar a toda la familia durante dos años como al inicio.

La receta de pollo con níscalos es típica

Cassoulet
  Menuda semanita llevo... Ayer soñé que me casaba y que preparaba yo misma el catering. Para rematar a mi madre no le gustaban los platos que había elegido para el menú. No me extraña, porque recuerdo que había dos platos que tenía que improvisar porque yo había ideado un menú ligerito y mi madre me decía que era insuficiente. Así que allí iba yo, vestidita de largo y blanco a cocinar un solomillo y no sé qué más para tener a mi madre, a los invitados y a sus estómagos contentos. Lo bueno, es que no había novio. Yo me casaba, pero me casaba sola, a lo Carrie Bradshaw.  Es lo que tienen los sueños, que son totalmente incoherentes. Pasas de una pantalla a otra sin el hilo conector. Puedes salir a la calle desnuda o volar como Super Man, que no pasa nada. En los sueños todo vale.  Y yo, soy de soñar mucho. De hecho, cuando sueño (y me acuerdo) es cuando mejor duermo o tengo la sensación de haber descansado mejor y hasta me levanto de buen humor. Ayer no. Ayer me levanté con unos nervios que ni te cuento. Lidiar con una madre,  150 invitados y
Codornices al Moscatel con bacon y bruselas



Si habéis visto por las noticias a una catalana amarrada a una farola para no caer de morros, esa, era yo. El viento me ayudó a caminar sin pisar el suelo unos 300m y cuando me veía en el suelo, encontré la farola y me cogí a ella. Salvada.

Porque quiero deciros algo: Cuando el viento te "transporta" (por no decir, te empuja a traición), no lo hace como si fueras Mary Poppins, no. No te levanta para arriba con estilo y glamour como si fueras un angel de Victoria's Secret. Pues no. Simplemente te pega un sopapo por donde pilla cayéndote al suelo de culo, de lado o de morros, con muy poco glamour y mucha vergüenza. Eso es lo que hace el viento, que no os engañen.

Ayer con la ventolera que hizo fue como estar discutiendo todo el día y eso, ahora que me siento en paz con el mundo mundial, me dejó ko.
¿Sabéis esa sensación de caos? Pues fue así todo el día. Hasta la tarde, que volviendo a casa el cielo se
Boeuf Bourguignon




El otro día hice un locura. A lo loco.
Salí de casa sin móvil. Y no sin el personal, no... Sin el personal y sin el de trabajo.

Y sobreviví. 


Allí me fui yo tan contenta a mis reuniones más feliz que una perdiz.
Fue al llegar al despacho cuando, al no tener wifi, decidí conectarme a través del móvil y allí, en el bolso, había de todo menos los teléfonos (y cuando digo de todo, creedme. Hasta llevaba parte del brownie que hice el fin de semana...).
Así, que me encontraba a 70km de mi casa, sin conexión virtual con el mundo. "Sólo" tenía conexión presencial con las personas con las que tenía reunión.
Y a los dos minutos me acostumbré, me relajé y me dejé llevar. Solamente pedí al destino no quedarme tirada con el coche en medio de la autopista ese día. Cualquier otro día, vale (con teléfono), ese día, por favor, por favorcito, que no pase nada...
Y no pasó.

Y nadie me echó de menos. Y no se acabó el mundo. 


Carrilleras con habas



El fin de semana pasado fue tan intenso que esta semana prácticamente la he pasado teletransportándome de la cama al sofá pasando por el baño y haciendo pequeñas salidas a la calle para que Buck se desfogara (y evacuara).

¡Qué malita estoy y qué poco me quejo!

Soy bastante mala enferma, soy una maridramas y me voy quejando, alma en pena por casa, pero como el único que me escucha es Buck pues nada, que ni pena ni na'...



La semana que viene ya os contaré cómo lo pasamos el fin de semana, aunque los que me seguís en Twitter e Instagram ya habéis visto bastante.
Pero por ahora, os dejo con estas carrilleras con habas, porque aunque en estos momentos solo me apetece esto, es mejor comer algún plato contundente que haga que las defensas cojan fuerzas para luchar contra los virus malignos.

La receta es muy simple y solamente necesitáis paciencia y tiempo. Podéis verla en el Magazine de Otoño en la página 31. 

Pollo con olivas, alcaparras y limón


Como dice una amiga mía: No me da la vida.
Y es que me faltan horas al día para poder llegar a todo y por más que lo intento, no lo consigo. Mi lista de tareas es larga y siempre hay cosas que pasan de un día para otro sin remedio.

El otro día Bloom Marketing, mi agencia de marketing (obvio) salió en el blog de Mr. Wonderful y madre mía! ha sido un aluvión de mensajes, con sus respectivas respuestas, estudios y presupuestos.
Estamos encantados, pero no nos da la vida. Eso sí, cada día nos vamos a la cama rendidos pero con una sonrisa en la cara. Así da gusto, verdad?



Pero por muy cansados que nos vayamos a dormir, no perdonamos el comer y si puede ser bien, mejor que mejor, verdad?

Os traigo un pollo con olivas, alcaparras y limón, receta que había visto infinidad de veces pero que no me convencía por el toque de limón, pero tengo que decir que no queda nada ácido, si
Trucha con remolacha y polvo de jamón



Llega septiembre, un mes que para muchos es uno de los peores del año por la torta que te da en la cara cuando empiezas a trabajar después de un mes de descanso.
Es el mes donde volvemos a la rutina, donde los niños vuelven al cole y el mes en el que nos damos cuenta que los próximos 2 años tendremos que pasar a base de patatas y agua porque hemos dejado la visa temblando...
Es el mes donde nos apuntamos al gimnasio, a inglés y a los coleccionables (en noviembre, volvemos a hablar...).
Pero a mi, siempre me ha gustado este mes. Es uno de mis preferidos.
Tendrá que ver, seguro, que es el mes de mi cumpleaños y aunque de niña odiaba cumplir años cuando todavía no había empezado el cole porque no podía llevar pastel ni caramelos a clase para poder celebrarlo por todo lo alto, ahora, un poquitico más mayor, cada vez me gusta más.



Recibo a septiembre con los brazos abierto por tener la mejor excusa
Raviolis fritos




Lo que me gusta a mi el verano y lo que está costando que asome algo más que las pezuñas...

El otro día, inocente yo, mostraba esta foto en Instagram, comentándoos mis planes para el verano, que como ya os había dicho, básicamente consisten en playa/piscina, lectura y relax. 
Muy contenta estaba yo...

Pues mi gozo en un pozo.
Sabéis la sensación de cuando laváis el coche y llueve? O cuando acabáis de tender una lavadora y caen chuzos embarrados de punta?
Pues eso. Pero sin chuzos, sin barro y sin punta. 

Menos mal que ahora que tengo un piso entero para mi solita, puedo tener la ropa de todas las temporadas (de todas las tallas, no pero da para otro post) a la vista y el cambio de armario ha pasado a mejor vida, para tranquilidad mía y de los que me rodean.



Pero es que no va a llegar el vendito verano? Con su bochorno, su humedad, sus gotitas rodándote por la columna y
Merluza con pesto de espinacas y anacardos



Como en todos los ámbitos, en la cocina también hay puristas. 
Que se lo digan a los productores del spot publicitario de Estrella Damm del año pasado donde preparaban una paella con lo que la preparamos la mayoría en casa (lo que tienes en la nevera) y recibieron más críticas que Cristiano Ronaldo en la exagerada celebracíón del cuarto gol el otro día.

Realmente, en el caso de la paella, el purismo, que es totalmente respetable, llega a límites, para mi, incomprensibles.
Vale que una paella, es una paella y debe llevar ciertos ingredientes y no otros, y que si lleva cebolla o guisantes, ya no es una paella, es un arroz. De lo que sea, pero un arroz.
Y ante eso, yo me pregunto...
¿La tortilla española con cebolla, o sin ella, deja de ser una tortilla española? 
¿El gazpacho de fresas o de sandía que tanto me gusta, ya no debe llamarse gazpacho?
¿Las deconstrucciones de Ferrán Adriá deberían tener otro nombre diferente al de la inspiración tradicional?

Los puristas del pesto, si existen, me quemarán en la hoguera al
Ensalada de zamburiñas y naranja sanguina


Dicen que cuando estás a punto de morirte (menuda forma de empezar un post...) las imágenes de tu vida pasan por delante tuyo a modo de película de despedida. 
Como no he tenido la suerte o la desgracia de vivirlo, no sé si este "corto" es a modo de despedida o a modo de "mira todo lo que has hecho y la lista de cosas que dejas por hacer", pero bueno, prefiero quedarme con la duda por si acaso...



Pues el otro día, viví lo más parecido (creo) a ésta vivencia sobrenatural: vi todas mis fotografía de Instragram
Sí, sí. Toditas. Desde el inicio, hace un año y medio aprox hasta el día de hoy (bueno, de ayer). Y flipé colorines. 

Madre mía la de cosas que han pasado en este tiempo!
Y yo, que empecé al blog a modo de biografía mezclada con recetario. Pues vaya... Por aquel entonces, no existía Instagram, que si no...
Toda mi vida fotografiada (no toda obviamente, pero gran parte de ella). Un buen recopilatorio. Os animo a
Gnocchis con mantequilla y salvia


Me encanta Italia.
He ido varias veces y aunque la primera fue un poco decepcionante, las siguientes veces que he tenido la oportunidad de ir, me han ido encandilando hasta desear volver en cuanto pueda.

La primer vez la visita fue a Roma y me esperaba vivir un cuento. Es lo que pasa con las malditas expectativas. Te las creas en función de las experiencias de otros o de los libros y revistas de viajes y después, (plaf), llega la realidad y no es tan idílica ni perfecta como te habías imaginado.

Encontré una Roma sucia y caótica. Después he aprendido que ese caos precisamente, le aporta el encanto que tiene. 
En las siguientes visitas, mucho más amenas, pude visitar más zonas y sentir de forma diferente el espíritu italiano (o eso creo).



Pero lo que me hizo sentir mariposas en el estómago y realmente me hizo sentir en un cuento fue la ruta que hice por la Toscana. 
Me encantó todo. Y cuando digo todo, es todo. Hasta las colas, las callejuelas por donde
Judiones con bacalao y espinacas
Casi todos vosotros, suertudos, estáis de vacaciones. 

Aquí la menda lerenda, con un montón de trabajo y deseando llegar a tiempo a todo para poder disfrutar de unos días de descanso, se va a encargar de daros de comer en esta Semana Santa.

La primera vez que vi una procesión de Semana Santa fue en casa de una vecina cuando era pequeña, no recuerdo bien por qué estábamos allí mi hermana y yo. Empezamos a ver "eso" por la tele y al que la gente llevaba "cucuruchos" en la cabeza, me dio un miedo increíble. 
Recuerdo que tuve miedo durante más de una noche y que hasta que me explicaron la diferencia años más tarde, pensaba que los señores de la Semana Santa y el KukusKlan eran lo mismo. 

Reconozco que entre la mala primera experiencia y que no soy nada religiosa, no encuentro mucho sentido a la Semana Santa, pero oye, las fiestas y  los jolgorios ya pueden venir de donde vengan, que los acojo con toda la alegría del mundo. Ya puede ser Halloween, el día de la Sardina, de la Tortilla, St. Patrick's Day, o
Hamburguesa de pinchitos morunos


Pues vaya día chungo que ha quedado hoy en Barcelona.

Cuando esta mañana me he despertado no sabía bien, bien qué hora es. El despertador mostraba una hora y el móvil otra. Me encanta que los enanitos de apple trabajen de noche para poner de forma mágica la nueva hora sin tener que preocuparte tú.
Después del primer susto al ver la hora que era, ha venido el segundo: Se está acabando el mundo? 
Todavía en la cama y ya sobresaltada por dos motivos... Así no hay forma de disfrutar del fin de semana.

Y es que normalmente cuando me despierto veo el cielo con tonos amarillos/rosados/azules que te dan una alegría infinita y hace que empieces el día con energía.
Hoy, en cambio el cielo amarillo/gris/caca como si de un momento a otro fuera a caer encima de nuestras cabezas.
De hecho, lo que caía era una lluvia que no ha impedido tener que enfundarme en el uniforme perruno con gorra incluida y sacar al pichurro a que hiciera sus
Crema de lentejas rojas


Hace unos meses conocí virtualmente a Sonia, la autora del blog "Oggi panne e salame, domani...", un fantástico blog con recetas fantásticas,  fotografías maravillosas y un montón de secciones donde perderte. Es una auténtica delicia.

Bien, pues Sonia me invitó a hacer un Guest Post en su blog y acepté encantada.



La receta que elegí fue una crema de lentejas rojas, una delicia que nunca había probado, pero que me encantó por la suavidad de su textura y el inconfundible sabor de las lentejas. Un plato que ya he repetido en varias ocasiones.

Además es un plato fácil de preparar ya que no es necesario dejar en remojo las lentejas y en unos 20min están hechas, así que podemos disfrutar de un plato de legumbres de forma rápida, ideal para el día a día en el que todos vamos con el tiempo justo.



Estas lentejas, en realidad son naranjas (desconozco el motivo por el que las llaman rojas, la
Ensalada de lentejas caviar (negras) con gambones


Si todo sale bien, cuando leáis estas líneas, yo estaré disfrutando de la vida por los pueblitos encantadores del sur de Francia. 
Durante esta escapada me pienso dar al foie, a las ostras, al queso y al buen vino. 



Pero para que la ausencia no sea demasiado presente, os dejo esta ensalada de lentejas caviar con gambones. 
Rica, sana y deliciosa. Como siempre.

Estas lentejas son más pequeñitas que las tradicionales y con un color negro vivo (que después se difumina con su cocción). De ahí su nombre ya que son pequeñas bolitas negras.
Proceden, por lo que he leído, de Canadá y EEUU, también se llaman Lentejas Beluga y son las más proteicas de sus primas hermanas.



En este caso, no es necesario ponerlas a remojo con anterioridad, pero como siempre con las lentejas, hay que ponerlas a hervir con el agua fría para que no se rompan.

Bien, pues os dejo la receta. Espero que os
Wellington de carne estofada


Hoy es Dijous Gras, Jueves Lardero, Día de la Tortilla, Día de la Mona, o Día del Panecillo.
Si es que quien no quiere celebrar el día, es porque no quiere, porque mira que tiene nombres y motivos para celebrarlo.

A mi que me va más una fiesta que un bocadillo de jamón ya estoy preparando la celebración. 




Pero primero un poco de historia que nunca va mal.

Esta fiesta es, como casi todas, de origen religioso (a ellos parece que también les iba (y va) más una fiesta que una copa de vino).

Total, que este día siempre es el primer jueves de la semana anterior al Miércoles de Ceniza que es cuando empieza la Cuaresma (40 días de "limpieza" donde se hacían ayunos y no se podía tomar carne para estar bien purificados y poder así entrar en Semana Santa bien limpitos).
Así que el Carnaval se convirtió en la fiesta de despedida de la carne donde se comía de todo con el día especial: Jueves Lardero donde
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