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Dalkys de chocolate caseros
Hay dos tipos de personas:
  • Las que se comen las cosas ricas a bocados grandes. 
  • Las que se comen las cosas ricas a pequeños bocados para que duren más. 
Yo soy de las segundas. De pequeña los dalkys los tomaba muy poco a poco para que duraran al máximo. En cada cucharada una pequeña porción de nata y un poquito de chocolate. La cantidad justa para saborearla y disfrutar de ese momento. Y es que claro, los dalkys eran un lujo que solo se tomaban algún fin de semana como recompensa por una semana ajetreada de colegio y deberes. (Lo mismo que ahora, vamos). Ahora tenemos dalkys homemade en casa para poder difrutar del fin de semana que ya está aquí. Te dejo la receta por si te animas. Ingredientes para aprox 5 dalkys:  Para la crema de chocolate
  • 750 ml de leche
  • 100 gr de azúcar
  • 60 gr maizena
  • 45 gr de cacao en polvo sin azúcar (yo utilizo Valor)
Para la nata
  • 250 gr nata para montar (mínimo 35% de grasa)
  • 40 gr de azúcar glass
Elaboración: Mezclamos en un bol la leche fría con la Maizena, mezclamos bien e incorporamos el azúcar y el cacao. Lo ponemos
Magdalenas caseras

Magdalenas caseras

Echo de menos cocinar. Rectifico: Echo de menos cocinar como lo hacía antes. Con tiempo, con paciencia, en soledad, con la única compañía de música de fondo y una copa de vino. Lo echo mucho de menos y hasta hace dos días no me había dado cuenta de cuánto lo añoraba.  Dos niños pequeños, una pandemia, un nuevo proyecto y poco tiempo es lo que tiene. Una de deja y se olvida hasta de lo que realmente le gustaba. Echo de menos mis sesiones de fotografía eternas, sin prisas. Echo de menos mis talleres de fotografía gastronómica donde nos echábamos unas risas y conectaba con personas con la misma pasión que la mía. Echo de menos a mis amigas bloggers, con las que igual íbamos a un evento que nos escapábamos a Zaragoza a quedarnos afónicas de tanto reír. Echo muchas cosas de menos y ahora que lo sé, voy a poner remedio.  Mientras, os traigo estas magdalenas (receta de Webos Fritos). Unas magdalenas jugosas, con mucho sabor y algo húmedas que se deshacen en la boca. Perfectas para poder preparar con los peques de casa. ------- Ingredientes: 4 huevos pequeños 200 g de azúcar 200 g de aceite de oliva virgen extra de
Nutella casera (en thermomix)

Nutella casera (en thermomix)

Empezamos la cuarta semana de confinamiento y esto es una mierda. Que sí, que no estamos encerrados, que estamos a salvo, pero es una mierda igualmente. Y no quiero ser negativa, no, que oye, no sabía si era la tercera o la cuarta semana ya de cuarentena, pero vamos, que si la cuarentena son 40 días y llevamos 21, ya podemos hacer números... Pues eso, una caca pinchada en un palo. Me pasé la primera semana de confinamiento entre asombrada, viviendo una película mezcla de "El día de la marmota" y "Virus" y pensando en condicional. Si hubiera hecho esto o aquello, si estuviera aquí o allí, si trabajara para unos o para mi, en fin, un bucle interminable que me dejó bastante agobiada. Porque realmente, estar en casa no es lo que me preocupa, la casa no se me cae encima, tengo la suerte de ser bastante casera, de haber estado teletrabajando mucho tiempo y de sentirme a gusto entre cuatro paredes. Pero llevo fatal no sentirme útil (que lo soy, lo sé) y dedicar todo mi tiempo a los niños, la casa, cocinar, recoger y volver a
Banana Bread

Banana Bread

Me siento un poco contrariada y saturada.  Esto de la maternidad, nadie dijo que fuera fácil pero desde luego tampoco que fuera un sentimiento bipolar y tan tan exigente.  Parece que ahora está en auge (no creo que sea una moda, por suerte), esto de la maternidad consciente, la eduación positiva, la crianza respetuosa y la alimentación super saludable y demás. Está claro que nadie quiere nada malo para sus hijos (a no ser que seas un enfermo) y que nunca harías nada que los perjudicara pero tanto atabalamiento de super madres y padres que todo lo hacen bien y que acompañan a sus hijos en las rabietas, que ven en ellas una oportunidad para conocerlos y acercarse, que nunca le dan azúcar ni procesados, que siempre tienen tiempo para ellos, que no les dejan ver pantallas, que siempre tienen una sonrisa y nunca pierden los nervios, que no los llevan a guarderías porque están mejor con ellos en casa... Pues eso, atabalamiento y más presión todavía para las madres y padres que hacemos lo que podemos. Perdónenme super papás y mamás motivados pero soy una madre imperfecta. Yo pierdo la paciencia con las rabietas sin
Caracolas de hojaldre y nata

Caracolas de hojaldre y nata

Y a mi que me encanta la primavera y a inicios de marzo ya estoy esperándola con los brazos abiertos, la muy desagradecida ha llegado en fecha pero no en tiempo... Hay que ver la de día feos que estamos teniendo, pero claro, ya lo dice el refrán: Cuando en marzo mayea en mayo marcea. Y dicho y hecho, porque en el mes de marzo tuvimos unos días de lo más soleados y ahora, pues ale, a tener viento y frío que hace que los abrigos de invierno todavía nos saluden socarrones desde el pechero. Los que me conocéis bien ya sabreis que a mi la primavera me tiene enamorada, es la temporada del renacimiento, de las flores, del olor a mojado y de la reaparición de los colores que durante el invierno parece que se limitan a los marrones, grises, blancos y negros. Y si me conoces bien, bien, sabrás que mi postre preferido siempre incluye hojaldre y nata, como a mi padre. Cuando tenemos una reunión familiar y yo me encargo del postre, siempre hay lo mismo: tortel de nata, caracolas de nata como las que veis o miguelitos. Vamos, que
Tarta de queso La Viña

Tarta de queso La Viña

Si tuviera que definir esta semana con un verbo, sería: Sucumbir. Porque soy una campeona y he sucumbido a unas anginas galopantes que solamente han remitido con mucho antibiótico y más antiinflamatorio, porque he sucumbido a la gastroenteritis que llevaba rondándonos por casa desde hacía semanas y para decir adiós, decidió instalarse en mi cuerpecito serrano, y porque a pesa de todo, he sucumbido a la tarta de queso La Viña. Mira que he hecho tartas de queso en mi vida y he probado recetas, unas adaptadas otras copiadas y otras medio inventadas, pero reconozco que como esta, ninguna. Madre mía qué delicia!  Y es que además, más sencilla, imposible. Mezclar y al horno. Deliciosa. Y sin historias ni pasos raros ni ingredientes imposibles como el diente de león albino de la patagonia. Nada. Queso, huevos, azúcar y listo. Casi imposible. Es para ponerle un monumento al señor que dio con la receta. Olé él.  Así que entre las anginas y la gastroenteritis, me decidí a darme darnos un homenaje y prepararla para volver a sentirme útil en la cocina, porque desde hace meses como que estaba un poco desanimadilla y con poco tiempo.
Esponjoso cake de limón

Esponjoso cake de limón

Hoy os traigo un esponjoso cake de limón, de esos que se deshacen en la boca y nada empalagosos gracias al toque ácido del limón y a la reducción en la cantidad de azúcar de la receta original, aunque claro, algo de azúcar lleva. ¡Hay que alegranos la vida! Delicioso cake para una charla entre amigas, de reflexiones, de cofesiones y alguna que otra confidencia. Y como estamos un poco lejos o como mínimo una pantalla nos separa, vamos a hacer las confesiones de forma virtual. Yo confieso que soy muy feliz. Tengo mucho más de lo que necesito y tengo dos hijos sanos y felices que me llenan el alma.  Pero antes de tener hijos también era muy feliz. ¿Por qué la gente se empeña en que la felicidad va unida a la descendencia?  Hace unos años, yo estaba soltera, viviendo en un pisito la mar de mono, con mi perro Buck y realmente era super feliz. El proyecto profesional iba de maravilla, el personal también, quedaba con mis amigas, con mis amigos, iba a eventos, me quedaba en casa si me apetecía, me iba de viaje sola o acompañada y vivía feliz. Ahora todo
Embarazo natural a los 40

Embarazo natural a los 40 (y de paso, galletas tipo granola con chocolate)

La delicia de estas galletas tipo granola es sublime y si además le ponemos chocolate, todavía mejoran más. Si es que todo con chocolate (o vino, es mejor). Tengo que decir que la receta es de Webos Fritos, un referente en los blogs de cocina que siempre nos echa una mano a las almas descarriadas y a las que más introducidas estamos en esto del cocinar. Gracias al equipo Webos! Pero no quiero irme por las ramas, porque aquí he venido a hablar de "mi libro" y es que tengo un par de temas que me rondan desde hace meses y creo que va siento hora de sacarlos.  Aquí va el primero: Embarazo natural a los 40. El otro día me contaban que una conocida quería tener hijos pero que claro, tenía 40 años y ya lo veía complicado. Y tiene razón, a los 40 las probabilidades de quedarte embarazada bajan a un 5% y eso, es una mierda de probabilidad, qué quieres que te diga... Cuando nosotros decidimos formar una familia, yo tenía 40 años justos y empecé a buscar información, a hablar con gente y a hacer
Puding de chía con persimon

Puding de chía con persimon

Lo que más me gusta del mundo mundial son los productos de temporada. Después de algunos fracasos debido a mi (útimamente) situación continua de embarazada, ya he aprendido la lección que creía que sabía de memoria y no hago caso a mis antojos de fresas cuando no tocan por mejor buena pinta que tengan en la frutería.  Porque buena pinta, tienen, pero después llega el sabor y cuando la fastidias. Es lo que tiene. Con antojos o sin ellos. Si no es de temporada, ni una triste miradilla con el rabillo del ojo.  Así que ahora, que en época de kakis, de granadas, de manzanas y los mejores cítricos, vamos a aprovechar la ocasión y vamos a ponerlos las botas, que después todo son quejas. Así que la receta de hoy viene como anillo al dedo: con kaki persimon. Hay que aclarar la diferencia entre kaki-palosanto y kaki persimon, que son la misma fruta pero uno está en su punto álgido de maduración y se toma con cuchara y el otro, se debe tomar cortado (o a mordiscos, vamos) pero su pulpa es dura como si se tratara de una manzana. Cada uno tiene su momento, sus adeptos y ambos
Tartaletas de mascarpone e higos

Tartaletas de mascarpone e higos

Qué difícil es llegar a todo cuando tienes tanto a lo que llegar. De hecho, es imposible, y me ha costado mucho tiempo y disgustos saber que no puedes hacer todo y encima bien. Así que como ni tengo tiempo de hacerlo bien ni de hacerlo dos veces, hay dos medidas que he tomado y que espero que me cambien un poco el ritmo: - Delegar. Lo que solamente puedo hacer yo, va a la lista de pendientes y el resto, delego. - Asumir que no puedo hacerlo todo, así que además de un millón de listas, hago lo que realmente es importante y urgente, así al meno puedo ir tachando cosas, cosa que da muuucha satisfacción y es gratamente reconfortante. Y es que no se puede con todo, asumámoslo. Y mucho menos con un bebé de un añito recién cumplido y una barriga a la que es más fácil saltar que dar la vuelta. Así que simplemente me dedico a organizar el día siguiente con unas horas de antelación, llevo mi agenda a todas partes e intento no estresarme nada de nada. Claro que surgen imprevistos que hacen que vaya corriendo a algún sitio con mis andares de pato,
Bizcochitos de limón
Lo poco que me gusta el otoño y lo mucho que me esfuerzo para que lo haga... Es que mira que los colores son preciosos. Pasear por el campo es un regalo para las retinas y para el alma. Puedes ir a buscar castañas, jugar a pisar hojas y recoger piñas y palitos cuquis. Por fin se pasa el calor sofocante, que teniendo en cuenta los últimos veranos que estoy pasando, se agradece enórmemente. Ya no hace falta ir con el abanico a todas partes, ni ir resoplando ni con el pelo encrespado atado a una coleta constantemente. Es momento de estar más en casa, aprovechar momentos en familia, disfrutar de las tardes recogidos y hora de instaurar las rutinas. Empiezas a encender el horno sin desfallecer delante de él ni de hacer bajar a todos los santos cada vez que abres su puerta, puedes hacer pasteles, galletas y platos de cuchara que hacen que te sientas abrazada por dentro. Y sí, hay muchas cosas bonitas en el otoño pero a mi esto de que se haga de noche taaaan pronto me tiene muerta- matá' y esto, aunque es totalmente ilógico, me echa para atrás. En fin. El cambio respecto a los otros años que he
Higos con mató

Higos con mató

Dicen que los blogs están de capa caída. Que ahora, con las redes sociales, es más que suficiente para dar a conocer tu trabajo, hobbies e inquietudes. Quizá tengan razón. De hecho, la tienen, no hay duda. Cada vez miramos menos blogs (y me incluyo) y estamos más pendientes de las actualizaciones de instagram, twitter y facebook (lo de snapchat y otras, creo que ya me queda grande y juvenil). Antes recibía en mi correo todas las nuevas entradas de los blogs que seguía, me interesaba por los textos, las recetas y la fotografía. Hace un par de años, di de baja la mayoría de las suscripciones porque me atabalaba la cantidad de emails que recibía en el correo, lo que significaba "pendiente de leer-tareas pendientes-no estás al día", así que de un plumazo, lo eliminé todo. No sé qué pasó en ese momento que además, dejé de recibir las actualizaciones de los blogs que quería seguir recibiendo y leyendo (creo que de unos 200 pasé a 5-6). Pero como me di cuenta tarde, ni me molesté. Ahora entro cuando tengo tiempo, me apetece y sin obligaciones. No hay una alarma en el correo diciéndome: "Oye, estoy aquí. ¡Léeme!"
Helado de frambuesa casero sin heladera

Helado de frambuesa casero sin heladera

Aquí el pichurro os saluda dando pataditas (todavía soportables) desde mi barriga cada día más grande. Y aquí la menda, se despide con este post hasta después del verano porque no puedo con mi alma. El calor en Barcelona es sofocante, las noches, aunque por ahora voy soportándolas, se hacen cada día más duras y creo que a este paso, me voy a pasar el mes de agosto a remojo, con los pies en alto y con una botella de agua como mi mejor amiga echando orgullosa a mis amigos los mojitos, grandes compañeros hasta la fecha.  Cuando me quedé embarazada en enero, pensé que esas Navidades, si todo salía bien, serían muy muy especiales. Angelico.. no pensé en el veranito que me esperaba. Después sólo pude pensar en eso. Pero también hay una buena noticia, bueno, de hecho, son dos y bien grandes: - Este año, digo adiós a la operación bikini. - Tendré 8 meses por delante para recuperar el tipo y hacer la operación bikini multiplicada por dos pero con más tiempo. (Ja! me pillará el toro como a todas, ya lo sé). Por otro lado, la operación bikini ha dado paso a
Galletas de avena, chocolate y panela

Galletas de avena, chocolate y panela

Ya sabéis que desde hace un tiempo, en casa hemos introducido ingredientes eco y sustituido algunos por otros más sanos y menos "elaborados".  Uno de los ingredientes estrella en la despensa desde mi hermana me lo enseño, es la Panela. Muchos conoceréis este ingrediente, pero para los que no, os explico que es el jugo de la caña de azúcar antes de empezar el proceso de purificación para convertirse en azúcar moreno. Este jugo se deja secar y se convirte en panela, una especie de azúcar moreno a la vista, un poco más triturado, igual de bueno, pelín menos dulce pero muchísimo más sano al tratarse de un producto sin prácticamente elaboración. Desde hacía días venía pensando en galletas de chocolate y claro, aquí la menda, no es de comerse una y listo, no. Yo empiezo el paquete y me lo puedo comer entero. Porque ya os decía que había nacido sin orientación y sin fuerza de voluntad... Así que viendo que mi "dieta" iba a peligrar a marchas forzadas, pensé que ya que iba a comer galletas (a mi edad ya
Tartaletas de manzana

Tartaletas de manzana

CrossFit. Ese gran desconocido que he tenido el placer de conocer (a largo plazo, espero, porque a corto la verdad es que no es muy placentero que digamos). Os aseguro que después de una de las sesiones lo que más te apetece es espachurrarte en el sofá y comerte una de estas tartaletas de manzana. Sin pasar por la ducha, sí. Las piernas te dan una tregua de 50m y tienes que priorizar.  Como os explicaba en el anterior post, el otro día tuve mi primera sesión de CrossFit, lo que viene siendo según su definición como "entrenamiento de fuerza y acondicionamiento utilizando ejercicios funcionales variados". Para los no entendidos: la muerte. Aquí podéis ver un vídeo de una de sus clases. Os pongo en situación:  Primera clase, puntual, modelito cuqui, coleta y dispuesta a darlo todo. Motivación al 100% a pesar del frío. Entras en una sala diáfana, rectangular, grande. Una única sala con un montón de utensilios que sería el Port Aventura de Christian Grey.  Barras, cuerdas, jaulas, alambres (para saltar a la comba
Smoothies depurativos y energéticos

Smoothies depurativos y energéticos

Fuerza de voluntad, ¿donde c*** estás? Dime. Estoy esperando respuesta. Llegas unos 20 años tarde, que lo sepas. Y aquí sigo, esperando como una niña pequeña a que vengan los reyes. ¿Serás también los padres?   Es posible, porque la fuerza de voluntad en mi familia creo que no existe. Cuando la repartieron, deberían estar en la cola del pescado escogiendo entre rape o rodaballo. Que fuerza de voluntad no tendremos pero morro fino, sí y mucho.  Llevo un mes entero diciendo el viernes que el lunes empiezo dieta. Como empiezo el lunes, desde el viernes se abre la veda como si fueran las rebajas en el Corte Inglés y no hay límite. Da igual dulce, salado, cerveza que cava.     Llega el lunes. El cargo de conciencia (ese sí que lo tengo y por partida triple. Si a alguien le falta, ya le doy yo junto con los 5 kg que sobran), hace su aparición a lo Norma Duval y ese día, me comporto y con bastante ánimo y buen rollismo. Ese momento aguanta hasta el miércoles por la tarde en el que la lucha de titanes (conciencia-gula) empiezan la lucha
Panna cotta con granada

Receta de Panna cotta con granada

Los que me seguís desde hace tiempo o los que me conocéis, sabéis de sobras que mi estación menos preferida es el otoño. No me gusta la melancolía que desprende, que los días se hagan tan cortos y que sea todo tan aletargado. Es cierto que es necesario pasar por estaciones intermedias para poder disfrutar de un buen invierno o un buen verano. Pero para mí el otoño es la estación intermedia antes de empezar a disfrutar de la primavera que es la que de verdad me gusta (junto con mi querido verano). Es cierto que el otoño invita a estar en casa, a reposar, a pasar tiempo con la familia o los amigos en casa, ver películas con una manta y una gran bolsa de pipas o un gran bol de palomitas... Es tiempo de hornerar, de reflexionar, de estabilizarse y coger fuerzas. Pero aunque cada vez lo aprecio más y disfruto de verdad de sus colores y paisajes, que realmente me gustan, el otoño no va conmigo. Además, es la época, justo ahora, en noviembre cuando no sabes si estás en otoño o invierno. Pasamos de la castañada a la decoración de Navidad
Crema de chocolate y aguacate
Dicen que si lleva verde ya es sano. Pues esta crema de chocolate y aguacate es sana de narices porque no me digáis que el aguacate ahora es azul... Que lleva grasilla, sí, pero de las buenas (nunca sé si son las saturadas o las insaturadas las que tengo eliminar...). Total que si te comes una hamburguesa con doble de queso y de bacon pero le pones un poco de lechuga y una rodaja de tomate, pues mira... Las calorías serán las mismas pero la conciencia, andará un poco más tranquila.  Y es que estamos en esa época del año después del verano, entre la castañada y las Navidades donde todos nos ponemos un poco las pilas e intentamos hacer bondad para bajar esos bultitos antes desconocidos y ahora a los que ya podemos tutear que se nos han puesto en sitios equivocados. Se han puesto de moda ahora las aplicaciones para hacer deporte y las aplicaciones para runners. Madre mía... ahora si no eres runner no eres cool. Y ya me contarán milongas que a mi eso de correr sin ningún motivo y sin ningún final, no acabo de entenderlo. Los que seguro entienden y se estarán frotando las manos son
Polo de fresa cremoso
¡Que sí, que sí! Que el veranito ya está aquí. Ya he sacado las sandalias, los tirantes y he estrenado la piscina (con un poco de choque térmico y piel de pollo. Pero eso es otro asunto). Salvo algunos días puntuales, espero que el tiempo acompañe y disfrutemos de un verano cálido sin ser caluroso en exceso y la mar de entretenido con un millón de planes. Y aquí van mis propósitos para este verano: - Mojarme los pies mínimo una vez a la semana (la bañera no cuenta). - Intentar que Buck pase un buen Sant Joan sin muchos sustos. - Salir con paraguas cuando el pronóstico lo diga. No hacerme la chula y acabar como una guiri en Pachá. - Tomar algún que otro mojito. - Ir a L'Ona a tomar esos chipironcitos tan ricos que preparan. - Intentar que no me coma un león (ni un elefante, ni un rinoceronte...). - Hacerme algo en el pelo para no parece un pelocho tooooodo el verano. - Que el pichurro no vuelva a enfermar por ser un glotón sin medida. Y menos cuando no estemos con él para hacerle mimos y echarle la bronca a partes iguales. - Aprender a contar hasta
Palmeritas de hojaldre caseras
Rápido rapidísimo paso para dejaros esta receta que harán la delicia de todos en casa. Además, puedes prepararla con los más pequeños porque es sencilla a más no poder... Lo único que tienes que tener en cuenta es utilizar un buen hojaldre (el de Lidl es genial) y poner bien de azúcar para que las palmeritas queden dulzonas y amorosas.  Os dejo con la receta. Disculpad la brevedad. ¡Feliz semana! ___________________ Ingredientes palmeritas de chocolate caseras: - 1 lámina rectangular de hojaldre de calidad (yo he utilizado Lidl). - Azúcar moreno - 100 gr de chocolate de cobertura (he utilizado Valor).   Elaboración: Precalentar el horno a 180º. Extender la lámina de hojaldre. Enrollar uno de los extremos sobre sí mismo hasta llegar a la mitad de la lámina. Hacer lo mismo con la otra mitad de forma que queden dos rollitos unidos. Con un cuchillo bien afilado, cortar las palmeritas. Ponerlas en la bandeja de horno con papel vegetal, recomponerlas si han perdido un poco la forma, clavarles un palo de brocheta y poner azúcar moreno (abundante si os gustan dulces) por encima. Introducir en el horno durante 20'. Cuando estén hechas, sacar del horno y dejar enfriar. Fundir el chocolate, poner las palmeritas que queramos de chocolate encima de una
Trenza de chocolate
Hay gente mañosa, gente habilidosa y luego, estoy yo. Lo más patoso del mundo. Aunque esté un poco mal que lo diga yo, la cocina y poner bonitas las cosas, se me da bien... pero en cuanto se trata de poner bonito mi pelo la cosa cambia. ¿Habéis visto la cantidad de tutoriales que hay para hacerse trenzas? ¿Y lo monas que van las chicas así como medio despeinadas con una trenza deshecha? Pues yo, mira que lo intento, pero nada. Empiezo con una actitud muy positiva, con el tutorial bien aprendido y una trenza sencillita, de esas para principiantes. Peine en mano, cabello alisado, gomitas dispuestas  y ale, al toro. Pues nada, 15min más tarde estoy con una cola de caballo, el pelo enmarañado y dolor de brazos. Alguien podría explicar que antes de poner a hacerte una trenza mona, tienes que hacer 2 semanas de entrenamiento de hombros y bíceps. Y no penséis que a la primera he tirado la toalla, no... Que llevo desde el verano pasado y lo máximo a lo que he llegado es a una trencita lateral chuchuría. Ya os pasaré fotos, ya... En fin, que lo más parecido a una trenza medio decente (y ni
Fudge de chocolate sin gluten ni lácteos
Hay una frase que últimamente repito mucho: No dejes en manos de otra persona, tu felicidad.  Ser feliz es un largo trabajo y ser feliz con uno mismo es más complicado de lo que parece. Al final, todo depende de las expectativas que tengas y de lo positiva que seas. Y no con esto, me refiero a tener pocas expectativas, simplemente, debes tener expectativas realistas. Objetivos que puedas cumplir y estar satisfecho cuando los consigues. El problema viene cuando no se sientes bien contigo misma, con tu vida y deseas que aparezca una persona nueva para que complemente tu vida y entonces, ser feliz. En los últimos meses, me he encontrado con amigas que están en ese punto. Están más o menos bien consigo mismas pero desean tener al lado a una persona que les complemente y entonces, ser felices del todo. ¿Es eso necesario? No sería mejor ser feliz sola, estar a gusto con una misma y después complementar con alguien que sume también? Sinceramente, creo que ésta es la ecuación ganadora. Nada fácil por cierto, pero tampoco imposible. Si en la ecuación la X eres tú, nunca desaparecerá dejando huérfano el resultado. Si la X es otra persona, si se da el caso
Feliz San Valentín
Creo que para el próximo día 14, este ramo sería el mejor para los amantes de la cocina como nosotros... Y si va acompañado de una fondue de chocolate ya ni te cuento! Nos olvidéis de felicitar a vuestra pareja, porque sí, que a la pareja hay que decirle cada día lo mucho que le queremos, pero si hay un día especial para hacerlo será por algo, no? Porque seamos sinceros, al final, por una razón o por otra, la cosa se va dejando. Así, que en la fecha señalada ya no hay excusa.  ¡Feliz San
Mousse de chocolate al caramelo
La vida puede cambiar en un segundo.  Un cruce de miradas y sabes que ahí empieza todo... Una llamada con una mala noticia... Ver el resultado positivo del test de embarazo... El anuncio de una ruptura... Ver que tus números son los elegidos... Una mala decisión en una fracción de segundo... Los resultados de una biopsia...  Para una de las personas que más quiero en este mundo y con la que he compartido absolutamente de todo desde los 16 años, ese momento fue un gran cambio. Radical. Desde ese momento se activó un protocolo (ríete tú del pequeño Nicolás) donde ella iba, venía y se dejaba hacer. Como si todo fuera una película donde ella era la protagonista, pero lo viera a través de la pantalla. Una sensación extraña pero que agradeces ya que es imposible asimilar todo lo que está sucediendo.  El viernes empieza una nueva etapa, la segunda de 3 y lo afronta cambiando su sonrisa amplia y sincera con una risita nerviosa. Nunca estás preparada para lo que viene, porque como digo, en un segundo, la vida cambia. Los 180º están siempre ahí, aguardándote y no solamente en el horno.  Admiro a mi amiga enormemente. Es un ejemplo de superación, de optimismo y de fuerza.
Croissants caseros
Cuando era pequeña creía en los Reyes Magos de Oriente. Así, con su nombre completo. Hasta cuando mi hermana, ejerciendo de hermana mayor, pisoteando toda la ilusión que tienen los hermanos pequeños, me dijo que eran mis padres, yo no lo creí. Me resistía a creerlo. ¿Cómo podía ser si la noche de Reyes de un año fuimos a cenar fuera y cuando llegamos habían llegado los Reyes? Si no habían sido ellos, ¿quién podía haberme dejado el piano de Blancanieves y los 7 enanitos? A ver, ¿quién? Porque la explicación que me dio mi hermanita sobre que lo habían dejado mis padres antes de salir, a mi no me convencía... Así, que cada año, dormía con la puerta de la habitación un poco abierta y me intentaba convencer a mi misma que esa noche no me dormiría y que así, "cazaría" a los Reyes en plena acción y le daría un buen corte a mi hermana. Después de algunos años más dándome por vencida a los brazos de Morfeo por más que intentaba contenerme, con mis amigas Irene y Merche, tuvimos la "gran conversación" (después de ésta, vendrían muchas "grandes conversaciones",
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