Llega el buen tiempo, las terracitas, los aperitivos y los básicos del verano: las paellas.
No hay nada mejor que pasar un día de playa y tomar una paellita en el chiringuito cercano.
Para gustos... paellas. De marisco, de carne, mixta... De todo tipo. Por muy diferentes que tengamos los paladares, hay para todos, no hay duda.
La paella, de origen valenciano, debe su nombre a la "sartén" con la que se realiza, de base muy ancha y con poca profundidad.
Me dicen que la típica Paella Valenciana es la que lleva judía verde, garrofons (una judía muy ancha), alcachofas, pollo y conejo (incluso en algunos sitios también les ponen caracoles).
A partir de aquí, todo el mundo puede hacer su propia adaptación.
Con guisantes, sin judías, con ajos tiernos, con pimientos, ....
La paella es uno de los platos más "tuneados" de nuestra gastronomía.
A mi personalmente me gusta la de mariscos y la de carne, pero mejor por separado, no la mixta.
Quizá para los días de más calor, mejor de mariscos, con calamar o sepias, gambas, cigalas, etc.