Monthly Archives:noviembre 2011

Tapenade verde y negra

Este fin de semana ha sido de todo menos tranquilo.
He ido a mil por hora de un sitio a otro y con la presión que te da la conciencia con las lista de cosas pendientes por hacer.
Por fin es domingo por la noche y tengo mi momento "blog", solitario en el despacho donde puedo elegir con tranquilidad las fotografías que voy a colgar y poder escribiros con calma.

Hoy os traigo la receta de Tapenade (verde y negra) una variedad de la "olivada".
No sé, sinceramente, cuál es la adaptación de cuál, lo que sí se es que el tapenade tiene algunos ingredientes más que la clásica olivada catalana, pero está igual de rica.


En ocasiones, nuestras comida de los domingos se basa en un aperitivo largo. Hacemos varias cositas para picar y con eso ya comemos.
Es una comida informal que además se puede extrapolar a los almuerzos o cenas con amigos y es ideal para los encuentros "yo pongo", donde cada uno lleva un plato para compartir.
De
Gnocchis de calabaza y parmesano con crema de queso

La primera vez que probé los gnocchis fue gracias a un amigo italiano, que tenía un restaurante donde los servía. Por motivos de salud de su familia italiana, debía cerrar el restaurante y la pasta que tenía ya preparada acabó en mi congelador.
Debía ser el verano del '98 o '99 y por aquel entonces, no tenía ni idea de gastronomía ni de cocina (ni de casi nada de la vida) y por supuesto, nada acerca de los gnocchis.
Un día los hice, pero debido a mi ignorancia culinaria únicamente los herví (y diría que más de lo necesario) y los comí sin ninguna salsa ni nada, con lo que el pastel de patata que se montó en mi paladar fue suficiente como para no volver a probar los gnocchis hasta el año pasado donde hice mi primera receta, también de calabaza (podéis verla aquí).



Llegó mi AIG!!!
Y..... llegó mi AIG!!!
El viernes por la tarde, en cuanto llegué del trabajo fui directa a buscar el paquetito que llevaba días esperándome.
Hacía días que había recibido el aviso, pero con los días ajetreados en el trabajo, me era imposible llegar a una hora decente para ir a buscarlo.
Por fin llegó el viernes y fui a por él.
Como una niña pequeña con los regalos de reyes en sus manos, fui incapaz de abrirlo manteniendo el papel intacto (como me decía mi madre que debía hacer) y lo rasgué por el primer sitio que pillé.
Dentro de una gran caja, había un conjunto de cajas metalizadas que ya estoy pensando el uso que le voy a dar y dentro de ellas, una servilleta de color marrón con topitos totalmente adorable y que sale en la próxima receta, porque no he podido resistirme.
También dentro de la tercera cajita encontré una bolsa con galletas de parmesano horneadas por mi AIG. Tengo que confesar,
Bullabesa

Whole Kitchen en su Propuesta Salada para el mes denoviembre nos invita a preparar un clásico de la cocina francesa: Bullabesa

La había oído nombrar un millón de veces, pero no tenía ideade cómo sería prepararla. Esto es lo bueno de pertenecer al círculo, hay mesesen la propuesta, si no fuera por el círculo, nunca la hubiera preparado.

Este es el caso de la bullabesa, que en resumen es una mezcla entre una sopa y una zarzuela de pescado (salvando las diferencias y con mis disculpas a los chefs profesionales y a los franceses).
Pero está realmente rica.

¿Y de dónde sale la Bullabesa? El círculo, nos hace una pequeña introducción acerca de este plato francés:

Esta famosa sopa de pescado es típica de la Provenza francesa, especialmente de Marsella. Originariamente era una sopa que se hacíaen el seno de las familias de los pescadores, así, las mujeres de los pescadores usaban los pescados menos apreciados en el mercado; de aquí proviene el nombre de
Tarta de persimon y pistachos

Hoy, eran las 8 de la mañana y ya estaba con los ojos como platos. Tengo que aclarar que esto no es normal en mi. Me encanta dormir. Puedo dormir horas y horas sin ningún tipo de efecto secundario más que algún que otro bostezo y 10 minutos dedicados a estirar todas las partes de mi cuerpo.

Entre semana, debido a las obligaciones laborales, tengo que levantarme sobre las 7 am y reconozco que cada día me cuesta mucho. Y no es que me vaya muy tarde a dormir, no. A las 23.30 h suelo estar ya calentita debajo del nórdico. Pero supongo que igual que otras personas són adictas al deporte, yo lo soy a remolonear debajo de las sábanas.



Pués lo dicho, hoy a las 8 am (cuando el fin de semana me suelo despertar a las 9), ya estaba dándo vueltas y
Crema de calabaza con crujiente de parmesano

Con la llegada del otoño, de la temperaturas más bajas y la mantita en el sofá, llegan también las cremas.

De niña no me gustaban nada, pero como con otros alimentos, las cremas han llegado a mi vida para quedarse.
Me gustan de todo tipo, pero especialmente las de calabaza, me chiflan.


Me encanta la calabaza en sí. Su color naranja es increíblemente llamativo y su forma y su cáscara me trasladan a una época muy lejana donde cualquier fruto delicado y tierno no podía sobrevivir.
Hortaliza típica del inicio del otoño y especialmente utilizada por las familias durante los días anteriores a Halloween donde cuchillo y pincel en mano, la familia intenta recortar ojos y boca (algunos sin mucho éxito) para poder poner una velita dentro. 



Cazuela de butifarra «esparracada» con gírgoles y camagrocs o rebozuelos

Por fin encontré setas a un precio medianamente razonable.
Como os comentaba hace un par de posts, este año, las setas están siendo tímidas a  la hora de salir. Y no digo que no haya, porque si buscas, las encuentras, pero no son salvajes y están a unos precios desorbitados.

La pasada semana, encontré algunos camagrocs o rebozuelos y aproveché para desquitarme con la cazuela de butifarra esparracada y setas que me quedé con ganas de degustar en la Feria del Bolet de hace un par de semanas.


La butifarra esparracada la descubrí a través de E. hace ya algunos años. Yo siempre la había tomado entera, en su forma típica. Él me enseñó, un día con poco tiempo para esperar a que se hiciera entera, que si le quitabas la tripa y la desmenuzabas, además de cocinarse mucho más rápido, quedaba muy sabrosa. Me indicó
Lasaña de verduras con jamón

¿En qué momento, una persona, fue capaz de probar una verdura, negra por fuera y con agujas finísima en uno de los extremos?
Desde luego, tuvo que ser una persona bastante curiosa, porque la berenjena, originaria de la India,  puede estar buenísima, pero desde luego, no entra por los ojos.
 
De pequeña, era incapaz de tomarla, la veía como una verdura terrorífica y potencialmente agresiva, con sus alfileres en el tallo, que al mínimo descuido, se clavaban en mis manitas al intentar coger una zanahoria del cajón de la nevera, destinado a la verdura.
Corriendo iba a mi madre, que con paciencia, pinzas y un alfiler, intentaba quitarme la minúscula aguja, mientras yo pataleaba (no se si por imaginarme el alfiler o por la púa de la berenjena....).
Ahora las tomo muy a gusto y me encantan. Cosas de la edad...
 
 
 
Y como la berenjena, hay infinidad de alimentos que desde luego, no entran por la vista.
Os habéis fijado en la ciruelas pasas? Cosa más horrible, no he visto. Es pegajosa, negra, arrugada.... Eso sí, el sabor
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